Castillos en Málaga
Castillo Hins Qannit
Castillo Hins Qannit – Castillo de Cañete la Real
El Castillo Hins Qannit se encuentra situado en la parte más alta de la localidad de Cañete la Real, dominando desde su Torre del Homenaje tanto el pueblo como sus alrededores.
El Castillo de Cañete la Real se levantó junto al antiguo poblado iberoromano de Sábora, en un cerro calizo que se rodeó de las murallas y torres que erigieron los miembros de la tribu bereber de los Jali, asentada en estas sierras. El Caudillo tribal Awsaya Ibn Aljali fue, en principio, el principal aliado de Hafsún en su revuelta contra el estado cordobés, pero tras la conversión al cristianismo de Omar y la construcción de sus iglesias en Bobastro, los bereberes de Cannit dejaron de ser aliados de los mozárabes.
La segunda gran etapa de esta fortaleza hay que situarla durante los siglos XIV y XV, cuando el empuje de las tropas castellanas en su guerra contra el reino granadino, situó a la Cormarca del Guadalteba en la frontera entre los dos estados enemigos. El inicio de esta guerra se remonta a 1330, cuando el rey Alfonso XI, en una ofensiva militar sin precedentes, toma los castillos de Cañete, Las Cuevas, Priego y Teba, aunque Cañete pasó en varias ocasiones, de manos castellanas a granadinas, hasta que los Reyes Católicos consiguen arrebatar la plaza al Zagal en 1485, terminándose la gran guerra en la Comarca del Guadalteba.
El Castillo de Cañete la Real es el resultado de numerosas agregaciones de elementos a lo largo de esos seis siglos (del IX al XV). La Fortificación perimetral de la montaña (Hisn) es de la primera época, planteando un recinto interior que permitía el refugio de la población en casos de guerra. El segundo recinto, con el aljibe y la zona residencial, se construye a partir del siglo XIII, con la refortificación del castillo temiendo al empuje cristiano.
El tercer recinto, el más alto en la montaña, se ocupó con una gran torre residencial y una serie de estancias de servicios que conformaron un alcázar.
El Centro de Interpretación LOS VIGÍAS DEL TERRITORIO, ofrece la posibilidad de visitar el Castillo de Cañete la Real, recorriendo su interior y comprobando la distribución e importancia de sus elementos militares. La subida del primer al segundo recinto, permitirá observar los restos de las casas y el aljibe octogonal. Por último, el visitante podrá adentrarse en la torre que alberga, en sus tres plantas, la musealización que expone las principales piezas relacionadas con la historia de Cañete la Real y las fortalezas de la Comarca del Guadalteba.
En la planta baja, se exponen los vestigios de los orígenes del municipio y la gran importancia que la ciudad romana de SABORA tuvo durante el siglo I d.C. En la segunda planta se valora la importancia del Castillo de Cañete la Real desde el punto de vista arqueológico. Ya en la tercera planta, se informa sobre las fortalezas del Guadalteba y la guerra, con la exposición de armas medievales y maquinaria bélica. Un audiovisial sobre la importancia histórica del enclave culmina una visita inolvidable a uno de los más relevantes VIGÍAS DEL TERRITORIO.
LOS VIGÍAS DEL TERRITORIO (Centro de Interpretación situado en la Torre del Homenaje del Castillo de Cañete la Real)
SIGLOS IX-XV.
Fuente: Folleto informativo proporcionado en el Castillo de Cañete la Real – Red Patrimonio Guadalteba.
Día de la Visita: 13 de Septiembre del 2009 (Desde aquí me gustaría agradecer y dar las gracias por su interés y explicaciones al profesional que nos acompaño en el Centro de Interpretación en nuestra visita).
Tanto la visita al Castillo de Hins Qannit, como al pueblo de Cañete la Real y sus monumentos es altamente recomendada.
Esperamos con esta página ayudar a difundir el rico patrimonio de que dispone tanto el municipio de Cañete la Real como el resto de municipios que conforman la Comarca del Guadalteba.
Castillo Medieval de Cañete la Real – Castillo Hins Qannit
Esta fue una de las fortalezas que protagonizaron la guerra de frontera en la Comarca del Guadalteba. En su interior encontrará un recinto medieval que conserva sus puertas y murallas, las casas de sus defensores, aljibes para guardar agua, cocinas y una torre residencial, hoy Centro de Interpretación sobre Los Vigías del Territorio.
La Barbacana
Las barbacanas eran murallas más bajas, adelantadas a los grandes muros y torres del recinto militar que actuaban como un anillo externo, muchas veces relacionadas con las entradas o con los lugares más accesibles. Funcionaban como primera línea defensiva en los ataques.
La Estructura Militar
La fortaleza de Hins Qannit, Castillo de Cañete la Real, fue un típico ejemplo de castillo de frontera. Presentaba tres grandes recintos interiores: el primero defendía la puerta por medio de la muralla barbacana y unas torres. Asimismo, controlaba los accesos al resto de la fortificación. El segundo tuvo una función eminentemente militar, con las casas y los aljibes necesarios para la residencia de los defensores del castillo. Por último, el tercer recinto conserva estructuras de habitación, cocinas, aljibes y la gran torre que funcionaría como residencia del responsable de la Fortaleza.
En su terraza ondeaba el pendón del reino que lo controlaba. Al exterior existe un gran tajo natural que se aprovecha como aprisco del ganado y cuadras de caballos. Era la albacara, un recinto extramuros que estaba estrechamente vinculado con las actividades diarias del castillo.
Las Puertas
Los accesos a un castillo, elemento construido con la idea de ser defendido y, por tanto, inexpugnable, eran siempre escasos y condicionados a tres tamaños y funciones distintas. La puerta era la entrada principal, estaba protegida por las barbacanas y por torres de control, era fuerte y amplia para que pudiesen entrar por ella maquinaria y vehículos o, al menos, una persona a caballo. Las poternas eran puertas secundarias o traseras, más pequeñas que las puertas y más grandes que los portillos, se utilizaban, en el caso del Castillo de Cañete la Real, para acceder a la albacara y estaban suficientemente protegidas. Por último, el portillo era un acceso pequeño, sólo practicable por una persona sin montura. En este castillo se han localizado dos que salen disimulados entre las piedras que bajan de la parte norte del Castillo Hins Qannit.
Las Murallas
Las murallas eran construcciones anchas, altas y fuertes cuya función principal era impedir el acceso a los enemigos. Su planta delimitaba, en este caso, un perímetro irregular, adaptado a las formas naturales de la montaña que cerraba. Al exterior, presentaba muros de piedra regulares y, al interior, un relleno o mortero de arena, cal y piedras más pequeñas.
Los Pasillos de Ronda
Todo el perímetro de murallas y torres de las fortalezas estaba circundado, en su parte más alta, por un pasillo o camino de ronda, que era usado por los militares a los que se les asignaban las guardias de ronda, que apoyaban a las guardias fijas o en garita. Asimismo, se utilizaban para los cambios de guardia y como apoyo defensivo-ofensivo en caso de ataque.
Las Torres Perimetrales
Formaba parte de las murallas a las que apoyaba de forma estratégica, consiguiendo una avanzadilla visual y ofensiva. Reforzaban y estabilizaban los tramos largos de murallas, a la vez que permitían una mejor vigilancia. Su interior podía ser macizo con terraza o con alguna estancia. En este caso era utilizada como aposento de los cuerpos de guardia y acceso a los pasillos de ronda.
Los Aljibes
Elementos imprescindibles para el abastecimiento del agua en las fortalezas, que normalmente ocupaban cumbres de montañas y por tanto fuera del ámbito de los acuíferos, los aljibes se excavaban y enlucían concienzudamente para evitar pérdidas y contaminaciones. Se llenaban con el aprovechamiento del agua de lluvia y con el acarreo permanente de los habitantes del castillo. En periodos de conflicto eran claves para la resistencia de la población.
Los Alojamientos y Estancias de la Guarnición
En los castillos se aprovechaban los espacios intramuros para el alojamiento de la guarnición, incluso de la población refugiada en caso de guerra. Las construcciones de casas eran casi siempre efímeras y precarias. Por eso llama la atención las interesantes estancias y compartimentos que se descubrieron en este segundo recinto, asociadas a un aljibe octogonal, presentaban numerosas habitaciones que estuvieron vinculadas con el alojamiento y la supervivencia de la guarnición militar de la fortaleza Hins Qannit.
La Torre Residencial
Un elemento arquitectónico siempre presente en este tipo de castillos medievales era las torres exentas o alcázares en lo más alto de la montaña, protegida por los distintos recintos militares y que albergaban a los jefes militares y posteriormente a los alcaides de los pueblos. Denominadas torres del homenaje, en ella ondeaba el pendón del reino y en su interior, compartimentado en tres o cuatro plantas, se ubicaba el cuartel general, la residencia y los almacenes principales. Sin embargo, la principal función que cumplía en el territorio era la de ser vista, ejerciendo un auténtico control de coerción sobre las voluntades de todos los habitantes que la miraban y se sentían vigilados desde ella.
La Albacara
La necesidad de que estas fortalezas guardasen animales de montar y de carga (caballos, mulos y asnos), así como rebaños de cabras, ovejas y algunos bóvidos (bueyes y vacas), hacía necesaria la existencia de corrales y rediles. En el Castillo Hins Qannit / Castillo de Cañete la Real, este recinto se situó extramuros, en una gran falla de la montaña que creó un espacio limitado por dos altas paredes. Era la albacara que cumplía la misión de gran corral para los animales usados por la guarnición del castillo y el resto de moradores vinculados con él.
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