Pueblos de Sevilla
Constantina
Constantina
Constantina dispone de un término municipal con 480 km2, se halla en las primeras estribaciones de Sierra Morena al ascender desde el valle del Guadalquivir, por Lora del Río o Villanueva del Río y Minas hacia la meseta extremeña. Limita con los municipios vecinos de San Nicolás del Puerto, Alanís, Las Navas de la Concepción, La Puebla de los Infantes, Villanueva del Río y Minas, Lora del Río, El Pedroso y Cazalla de la Sierra.
El relieve aumenta pues, de Sur a Norte, desde unos 200 metros hasta superar los 900 m. La altitud media es de 542 metros sobre el nivel del mar.
Casi la totalidad del término se integra en el Parque Natural «Sierra Norte», cuyo Centro de Recepción e Interpretación, «El Robledo», se halla en la propia localidad. Desde allí puede organizarse el viajero para realizar distintos itinerarios sobre los que obtendrá información en este centro. Es lógico que entre otros atractivos, al visitante se le ofrece la posibilidad de contemplar parajes naturales de gran belleza, tanto en las dehesas, como en los variados senderos, y en determinadas zonas altas desde las que se observan amplísimas perspectivas del Valle del Guadalquivir, pues casi todo el año el aire es limpio, posibilitando estas panorámicas.
Como el resto de la comarca goza de un clima agradable cuyos datos más interesantes son las temperaturas frescas de invierno (medias del mes más frío entre 8º y 8,3º) y suaves en verano (medias del mes más caluroso entre 23º y 26º), especialmente es confortable la temperatura de las noches del estío, que permiten descansar plácidamente o alargar la jornada en el paseo o en las terrazas. La temperatura media anual varía entre los 14.4º y los 16,3º. La media de precipitaciones alcanza los 730 mm. Con diferencias entre años más secos (unos 600 mm) y los lluviosos (875 mm.) Las lluvias caen bien repartidas desde el otoño a la primavera, con cifras máximas en invierno. Es normal que cada año se produzcan nevadas que pueden cubrir de forma breve toda la sierra.
Ciudad de origen ibero. Parece ser que en el año 1200 a.C., los celtas fundaron el primer poblado con el nombre de Sucum-Murgi.
Los cartagineses la llamaron Lacuni Murgi y explotaron sus minas de plata y de hierro.
La ciudad actual se construyó cerca de una fortificación de los romanos junto al Cerro del Castillo, llamándose Constantia Julia, en honor a Julio César. Su importancia fue considerable porque por ella pasaba la Calzada Emérita que comunicaba Mérida y Sevilla; y porque en sus tierras se producía un vino famoso en toda Roma, el Cocolubis, que se exportaba desde el puerto de Sevilla. Acuño moneda propia.
Durante el periodo de Al-Andalus fue llamada Cotinema.
Tras la conquista cristiana llevada a cabo por Fernando III fue llamada con el antiguo nombre con que fue conocida en el periodo visigodo, Constantina.
En un principio pasa a depender de Córdoba hasta la conquista de Sevilla pasa a su jurisdicción. Luego dependió alternativamente del duque de Medina Sidonia y del marqués de Cádiz, hasta que le fueron entregadas las llaves a los Reyes Católicos en 1478 y la convirtieron en villa de realengo.
En el año 1931, el rey Alfonso XIII, le ratificó el título de ciudad.
Con la guerra de la Independencia saldría mal parada. Luego se recuperaría y progresó de tal manera que el rey Alfonso XIII le otorgó el título de ciudad.
Personajes destacados: P. Valdecantos García, escritor y político. Emilio Lemos Ortega, autodidacta. D. del Pino y Martín, escritor.
Monumentos de Constantina
El Castillo
Hospital de San Juan de Dios
Ermita de Nuestro Padre Jesús
Ermita de Ntra. Sra. del Robledo
Portada del Convento de Santa Clara
Ruinas de la Ermita de Ntra. Sra. de la Hiedra
Iglesia Parroquial de Santa María de la Encarnación
En la fachada de la Iglesia Parroquial de Santa María de la Encarnación que da a la plaza existen dos pequeños murales en los que se puede leer:
«Los hombres de buen corazón deben de proteger la vida de los pájaros y no les destruyáis sus nidos. Dios premia a los niños que protegen a los pájaros y la ley prohíbe que se les cace, se destruyan sus nidos y se les quiten sus crías».
«Niños; no privéis de la libertad a los pájaros: no los martiricéis y favorecer su propagación. Protegiéndolos, los labradores observarán como disminuyen en sus tierras las malas hierbas y los insectos. La ley prohíbe la caza de pájaros y señala pena para los infractores»
Cortijos y Lagares de Constantina
– Lagar del Cortijo Campovid
– Cortijo Labrados Bajos
– Cortijo La Claridad
Presa de José Torán – Presa de Huesna
Gastronomía del municipio
Elementos básicos de la gastronomía en Constantina serán en todo momento: carnes, caza, chacinas y embutidos.
En la primavera, debemos degustar los espárragos y esparraguillas silvestres, bien en tortilla o con aderezo de diversas salsas elaboradas con condimentos, en gran medida extraídos de la propia flora local. En el mismo plano de degustación están las collejas, tagarninas e hinojos, muy apreciados como aderezo en el típico cocido donde la «pringá» ha de hallarse siempre presente.
Para el verano tendremos diferentes tipos de gazpacho, el tradicional donde el tomate le da su color peculiar y que podremos sustituir por la hierbabuena, obteniendo otro gazpacho que aún variando el sabor, en nada pierde de sus valores nutrientes. También en esta época, habrán de degustarse las ancas de rana, preferentemente rebozadas. Las ensaladas en sus diferentes modalidades, nos permitirán acércanos a productos frescos labrados en la huerta local, donde el aceite de almazara y el vinagre de vino, serán elementos básicos.
Características de la cocina otoñal son las setas de álamo y las gallipiernas: asadas, fritas o en salsas, así como los «faisanes» (boletus edulis), bien asados o fritos, que constituyen un verdadero manjar de la sierra y que en puntos como Constantina, ha dado lugar a toda una cultura específica de la que es buena muestra la anual celebración de jornadas micológicas.
Cobra pujanza nuestra cocina en los fríos meses del invierno serrano, que siempre hallarán solución a nuestro apetito en torno a una lumbre donde ceremonialmente toman cuerpos una migas con el especial toque de la tierra, o una caldereta de carnes de la cabaña local. En su defecto, la carne de caza será nuestro objetivo.
Todo un acompañamiento rodea a esta mesa que nos permitirá apreciar la calidad de las chacinas y embutidos donde el jamón ibérico, la caña de lomo, el morcón, los chorizos y morcillas propias de la larga tradición local harán las delicias de los paladares más exigentes.
La aceituna, bien partida, sajada o entera con su aderezo a base de arrayán, laurel, ajo e hinojo se dejará acompañar por generosos vinos de cosecha cuasi familiar que nos llevarán a comprobar la calidad de un mosto muy específico del viñedo de Constantina.
La repostería que remate nuestra mesa, nos acercará hasta el Convento de Monjas Jerónimas o bien hasta la calle Mesones, a Severino y Ramos, donde degustaremos las muchas especialidades de dulces y variedades que salen de sus obradores dispuestas a ser consumidas con deleite. Este postre, hallará su culminación ante una copa del anís propio de la tierra y muy especialmente, degustando la crema de guindas que elabora La Violetera y que nos habla por sí sola de una tradición y elaboración artesanal que resuma Constantina.
Cómo llegar a Constantina
A Constantina se puede llegar por la carretera A-455. Además, el tren que conecta Sevilla con Mérida tiene parada en la estación de Cazalla de la Sierra/Constantina; y la red de Cercanías de Sevilla-Santa Justa también tiene trenes con salidas muy frecuentes que paran en la citada estación
Distancias desde Constantina
Sevilla 77 km
Priorato 37 km
El Álamo 32 km
El Pedroso 17 km
Lora del Río 30 km
El Ronquillo 72 km
Palma del Río 45 km
Cazalla de la Sierra 21 km
San Nicolás del Puerto 17 km
Fuentes y Manantiales de Constantina
- Fuente Torricos
- Fuente de la Plata
- Fuente El Chorrillo
- Fuente de la Cierva
- Venero del Confitar
- Fuente de Majalimar
- Fuente de la Primitiva
- Fuente de los Cristinos
- Venero de San Francisco
- Manantial de la Nogalera
- Pilar de la Dehesa de Majalimar II
Senderos de Constantina
Sendero El Rebollar
Longitud: 8,3 km
Trayecto: Circular
Horario: 3 horas
Sombra: Escasa
Permisos: No
Dificultad: Baja
Altura Máxima: 647 m
Altura Mínima: 565 m
Comienza nuestro sendero en el paseo de la Alameda, a la sombra de su formación de plátanos, engalanada en los últimos coletazos de cada verano para acoger la feria de Constantina. Abandonamos el pueblo por la empinada «Cuesta de los Carranos», al respaldo de sus costados de piedra y bajo la atenta mirada de la torre del Monasterio Nuestra Señora de los Ángeles (localmente conocida como «La Carlina»). A medida que nos alejamos del pueblo nos adentramos en un entramado de trochas (Erillas, Arrieros, Palacios, etc.), trasladándonos a tiempos pasados cuando las gentes del lugar usaban estos caminos como atajos para ir a los tajos de trabajos, transportar las panas de corcho, las hacinas de leña al pueblo, etc. Amenizando el camino, un entrelazado mosaico de cultivos, algunos en uso otros abandonados, que el saber hacer de los lugareños ha ido esculpiendo a lo largo del tiempo.
Al amparo de un escaparate genuinamente serrano de riberas, olivares, dehesas, pastizales, etc., y a la sombra de los chirpiales de centenarios castañares transformados por la mano del hombre, que pacientes rememoran el esplendor de tiempos pasados, vamos avanzando en nuestro caminar, hasta ser acogidos por la calle calvario, que vuelve a introducirnos en la que en época musulmana fue capital de la cora de Firrish, Constantina.
Fauna: Al son de los cencerros del ganado ovino, caminamos a la par que la intrépida mirla, con su canto repentino, alerta al resto de pájaros. Sin embargo, el ruiseñor, nos deleita armoniosamente mientras las sombras se alargan, y volviéndose el día perezoso, los que ansían el último bocado, vuelven a las compas de las higueras bravías como refugio y dormidero.
La silueta del águila culebrera rastrea el suelo que pisamos, mientras, sentimos mucha más vida de la que nuestros ojos pueden ver y quedamos satisfechos de un caminar rebosante de vida.
Patrimonio: Constantina se halla en las primeras estribaciones de Sierra Morena, ascendiendo desde el Valle del Guadalquivir hacia la meseta extremeña. La explotación de sus ricas minas atrajeron desde antiguo a pobladores de distinto origen latino, y su importancia en esta época lo atestiguan los restos de las numerosas villas romanas esparcidas por todo su término. En época medieval musulmana, fue con toda probabilidad la capital de la extensa cora o distrito de Firrish, que ocupaba toda la zona norte de la actual provincia de Sevilla y parte de la de Badajoz.
Su importancia estratégica y militar durante el medievo cristiano queda patente en el gran número de castillos que posee su término de la época de contienda (S.XIII): Cerro del Castillo, Cerro del Almendro, Cerro del Hierro y el Castillo de la Hiedra. La arquitectura religiosa también es de gran relevancia destacando la Iglesia Parroquial de Santa María de la Encarnación (S.XV-XVII), la Iglesia de Nuestra Señora del Robledo (S.XVI-XVIII), la Iglesia de Nuestro Padre Jesús Nazareno (S.XVIII) y las ruinas de la Ermita de Nuestra Señora de la Hiedra (S.XIV-XV).
Constantina fue baluarte comercial de vinos y aguardientes exportándolos a las Indias, por lo que contamos con un sinfín de lagares de gran solera, e incluso con dos carpinterías que abastecían de material a las Reales Atarazanas de Sevilla, a cuya ciudad también suministraron nieves en los siglos XVII y XVIII. Durante la invasión francesa en 1810 las calles de la localidad se tiñeron de rojo con la sangre de trescientos lugareños, según la tradición oral.
Sendero de Campovid
Longitud: 11,5 km
Trayecto: Circular
Horario: 4 horas
Sombra: Sin sombra
Permisos: No
Dificultad: Media
El Sendero de Campovid permite disfrutar de una buena representación del extenso patrimonio cultural y natural que posee el municipio de Constantina y el Parque Natural de la Sierra Norte.
Constantina está declarada desde el año 2004 como Conjunto de Interés Histórico-Artístico. Destacan el Cerro del Castillo, el Barrio de la Morería, la Iglesia de Santa María de la Encarnación, el monumento al Sagrado Corazón de Jesús, la Ermita de Nuestra Señora del Robledo, los Pozos de la Nieve y las Ruinas de la Ermita de Nuestra Señora de la Hiedra.
El patrimonio natural está representado principalmente por el castañar por el que atraviesa el sendero, ya que no es un árbol muy común en estas latitudes por sus exigencias de humedad y suelo, y por el método de aprovechamiento de esta masa forestal en relación a otros castañares andaluces. Esta forma de aprovechamiento para varas es el resultado de siglos de conocimiento de este recurso natural orientado hacia la obtención de un beneficio económico.
El recorrido del sendero se inicia en descenso bordeando huertas y fincas particulares entre muros de piedra seca y antiguas portadas de cortijos, para posteriormente introducirse en olivares centenarios y por dehesas de encinas y pastizales para el aprovechamiento ganadero en extensivo.
Tras atravesar un tramo de suaves lomas adehesadas por una pista se llega a la portada de la finca de Campovid, lugar donde el sendero empieza a remontar de vuelta hacia Constantina por entre alcornoques en los que abundan en Otoño gran cantidad de setas. Poco a poco el recorrido se va introduciendo en la masa de castaños, que embargará al senderista por su belleza, tranquilidad y frescor haciendo esta experiencia difícil de olvidar y de repetir en estas latitudes mediterráneas. Una vez atravesado el castañar nos iremos acercando nuevamente al casco urbano de Constantina entre hermosas panorámicas del pueblo y de sus alrededores.
Entre la vegetación arbórea hay que destacar el castaño (Castanea sativa), la encina (Quercus ilex subsp. Ballota) y el alcornoque (Quercus suber). En cuanto a las especies de matorral existentes, el zumaque (Rhus coriaria), utilizado antiguamente para curtir el cuero por su alto contenido en taninos, el majuelo (Crataegus monogyna), del que suelen recolectarse sus flores por la población local como tranquilizante similar a la tila, y la zarza (Rubus ulmifolius), que por su carácter frugal es muy abundante en la zona.
De entre la fauna es posible observar durante el trayecto la presencia de grandes aves, como el águila imperial (Aquila adalberti), el águila real (Aquila chrysaetos), el buitre negro (Aegypius monachus), el buitre leonado (Gyps fulvus) y la cigüeña negra (Ciconia nigra). El ciervo (Cervus elaphus) y el jabalí (Sus scofra) son los mamíferos con mayor aprovechamiento cinegético. Junto a ellos aparecen, entre otras especies, la perdiz (Alectoris rufa), el zorro (Vulpes vulpes), el gato montes (Felis silvestris) y la jineta (Genetta genetta). En cuanto a los animales domésticos existentes la mayor presencia corresponde a ovejas y cerdos ibéricos, seguidos de vacas, burros y caballos.
Fuente: Ayto. de Constantina – Diputación de Sevilla.
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