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Parques Naturales de Andalucía

Parque Natural Sierra de Grazalema

Parques Naturales de Andalucía

Parque Natural Sierra de Grazalema

Información sobre el Parque Natural Sierra de Grazalema.

Declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco, el macizo de Grazalema ofrece un impresionante paisaje, de contrastados relieves sobre rocas calizas fruto de una violenta historia geológica : valles encajados en forma de cañones, cuevas, cornisas y taludes,… y una amplia variedad de formas originadas por procesos de disolución ocurridos en tiempos geológicos remotos.

El Parque Natural Sierra de Grazalema se localiza entre las provincias de Cádiz y Málaga con una extensión de 53.411 Ha. en la zona más occidental de la Cordillera Bética. Tierra de frontera entre el reino musulmán de Granada y Castilla entre los siglos XIII y XIV, esta serranía fue lugar de frecuentes contiendas. Surge así un hábitat humano muy concentrado, donde los pueblos se encaraman sobre las cumbres y laderas quedando plenamente integradas en el paisaje. Este marco cultural único, propio de muchas civilizaciones del cinturón de montañas que rodean el Mediterráneo, persiste en nuestros días a pesar del transcurso de los siglos.

Un total de 14 municipios se hallan incluidos, en mayor o menor extensión, en la superficie del Parque : Grazalema, Zahara de la Sierra, Villaluenga del Rosario, Benaocaz, Ubrique, El Bosque, Prado del Rey, El Gastor y Algodonales de la provincia de Cádiz y Benaoján, Montejaque, Cortes de la Frontera, Jimera de Líbar y Ronda en la provincia de Málaga.

Esta serranía gaditana se levanta entre los 600 y 1600 m. sobre los valles y depresiones circundantes. Es una zona de agrestes relieves, con valles de paredes verticales como la «Garganta Verde», cuya profundidad alcanza los 400 m. También son frecuentes las cuevas o grutas entre las que se encuentran el «Complejo Hundidero-Gato«, la mayor cueva de Andalucía o la «Cueva de la Pileta«, conocida en todo el mundo por sus vestigios prehistóricos.

A pesar de la presencia del hombre desde épocas remotas, la sierra conserva una importante masa de vegetación natural típicamente mediterránea : encinas, alcornoques, quejigos, algarrobos y acebuches. En la umbría de la Sierra del Pinar se localiza un magnífico bosque de pinsapos, el mejor conservado en la actualidad de este abeto exclusivo de la Serranía de Ronda.

En sierras próximas aparecen bosquetes o ejemplares aislados de esta especie, testimoniando su antigua extensión. La visita al Pinsapar, así como a otros enclaves y Áreas de Reserva del Parque, puede realizarse sólo en determinadas épocas del año y con limitación del número de visitantes. A veces es preciso también ir acompañado de guía.

Olmos, sauces y álamos son las especies que forman los característicos bosques galería siguiendo el curso de los ríos y arroyos, y que pueden contemplarse por ejemplo en el curso alto del río El Bosque. Todas estas especies hasta un total de 90 están representadas en el Jardín Botánico El Bosque, que ofrece dos recorridos alternativos.

Numerosas especies de aves habitan en el Parque Natural Sierra de Grazalema, aunque quizá por su tamaño y majestuoso vuelo sean las rapaces las que más llamen nuestra atención. De una de ellas, el buitre leonado, se encuentran aquí las mayores colonias de Europa. Aunque la mayor herencia cultural procede de la civilización musulmana, existen numerosos restos romanos de ciudades antecesoras de las actuales: «Iptuci» (Prado del Rey), «Ocuri» (Ubrique), «Acinipo» (Ronda), etc.

También, costumbres y aprovechamientos muy estrechamente vinculados al medio natural han llegado hasta nuestros días prácticamente intactos. Entre las viejas prácticas artesanales destaca la fabricación de mantas de lana en Grazalema (también se fabrican ponchos y bufandas). La marroquinería y la confección de prendas de piel de la Sierra son típicas en Ubrique, Prado del Rey y Cortes de la Frontera. En este último destacan también los trabajos de corcho, bolsos y carteras, las sombrillas y techumbres de brezo, las tejas árabes y la orfebrería de cobre. Un original producto artesano es la gaita gastoreña, instrumento musical trabajado sobre un cuerno de vaca, típico de El Gastor. La cestería, el esparto y la miel son otros recursos importantes.

La gastronomía de la comarca constituye otra importante riqueza cultural. En general, en todos los pueblos es posible degustar las chacinas caseras. La «sopa de Villaluenga» resulta muy reconfortante en invierno. En Benaocaz se elaboran los «suspiros», unos exquisitos dulces hechos al horno, y las populares gachas. También es exquisita la repostería de Grazalema, donde se hacen los amarguillos de almendra, los cubiletes y la típica sopa de Grazalema. La mistela de Montejaque y el mosto de Prado del Rey son los caldos con mayor tradición de la zona. Otros productos característicos son la torta de chicharrones, el queso de oveja, etc.

También legado de épocas pasadas son las tradicionales fiestas y ferias, celebradas sobre todo durante la época estival. En Zahara de la Sierra, las calles y plazas se adornan con juncos y pastos durante la fiesta grande : El Corpus. El toro de cuerda, típico de Villaluenga y Benaocaz, se celebra en el mes de agosto. En Ubrique tiene lugar «la quema de gamones» el 3 de Mayo; en este día, los vecinos queman las puntas del gamón haciéndolas estallar.

Una de las fiestas más arraigadas es la que tiene lugar en Benamahoma: las luchas de «Moros y Cristianos», en recuerdo de las antiguas batallas libradas entre ambos bandos.

Parque Natural Sierra de Grazalema - Cabra Montés

El Buitre Leonado

La Sierra de Grazalema cuenta con una de las mayores colonias de Buitre Leonado (Gyps Fulvus) de toda Europa. Es una especie de ave falconiforme de la familia Accipitridae.

Se trata de una de las aves rapaces más grande que puede encontrarse en la Península Ibérica, con una longitud de 96-110 cm., y llegando a superar una envergadura de hasta 160 cm., incluso más grande que el Águila Imperial. Tiene una peculiar coloración canela en el plumaje del dorso, el vientre y la franja anterior de las alas, el resto de las plumas son de color pardo oscuro. La cabeza y el cuello están cubiertos de un plumón blanco. Posee en el cuello unas características plumas leonadas a modo de collar. El pico es pardo en el centro y su base y su punta son amarillas y tiene forma de gancho para arrancar largas tiras de carne con facilidad. Las patas son de color gris plomo y muy débiles, ya que no necesita capturar presas como las águilas y halcones.

El Buitre Leonado es un ave planeadora más que voladora, apenas mueve las alas en el aire, se eleva aprovechando las corrientes. Pasa horas planeando entre alturas que van desde los 1.800 hasta los 3.500 metros sobre el nivel del mar, y llegando a recorrer desde 50 a 300 kilómetros en la búsqueda de animales muertos para alimentarse.

Se reproducen en el periodo comprendido entre los meses de Diciembre a Abril, en ese momento forman parejas estables y durante unos 58 días incuban su único huevo, en turno de entre un día  o dos cada uno. Luego se turnan con la misma frecuencia para alimentar a su cría, que emprende su primer vuelo hacia el mes de Julio. A los cuatro o cinco años de edad se aparean por primera vez.

En España se considera fuera de Peligro, aunque se cataloga como especie «De Interés Especial» desde Abril de 1990, por su valor científico, ecológico, cultural y por su singularidad.

En la Cultura Celtíbera fue un animal muy importante. Los cadáveres de los caídos en combate se dejaban para su alimento (así el alma del guerrero se acercaría ante los dioses del Cielo). Se asocia con el Dios LUG LUGH (Mitología Celta).

El Complejo Subbético

La gran cadena montañosa caliza que se extiende desde las Sierras de Grazalema, en el norte de la provincia de Cádiz, hasta Sierra Gorda, ya en el oeste de la provincia de Granada, con una alineación Noreste-Suroeste, está constituida por un conjunto de macizos calcáreos, todos ellos pertenecientes al conocido como Dominio Subbético. Dentro de este gran eje se localizan los grandes relieves que integran el Parque Natural de la Sierra de Grazalema (Sierras de Pinar, Ubrique, Endrinal, Líbar, etc.).

El origen de estas rocas calcáreas está asociado a la acumulación de grandes cantidades de restos de esqueletos y conchas de organismos vivos que habitaron estos territorios, cuando eran una primitiva plataforma marina, que se extendía, hace entre unos 200 y 65 millones de años, al pie de lo que hoy es Sierra Morena, entonces la única zona emergida de Andalucía.

Hace al menos unos 21 millones de años el choque de las plataformas continentales Ibérica y Africana con la denominada placa de Alborán, provocó el levantamiento y desplazamiento de estos depósitos marinos. Las rocas calcáreas fueron plegadas y fracturadas, hasta formar los grandes relieves que hoy modelan estos macizos. Desde su emersión, los materiales han sido sometidos a la acción erosiva el agua, el hielo y el viento, dando lugar a modelados superficiales y subterráneos espectaculares, de los que el Parque Natural alberga excelentes ejemplos.

Las rocas calizas tienen la particularidad de disolverse bajo a acción del agua de lluvia, en un lento proceso que dura miles y a veces millones de años. El paisaje resultante se denomina karst o paisaje kárstico. La herramienta química que modela el paisaje es la siguiente:

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El agua de lluvia se carga de CO2 atmosférico, originándose ácido carbónico. Esta agua ligeramente ácida disuelve la roca caliza, que es básica, llegando a excavar orificios y simas por lo que penetra hasta el medio subterráneo.

El agua continua excavando en profundidad hasta encontrar el nivel freático local. A partir de este momento empieza a circular en horizontal, labrando complejos sistemas de galerías, salas y cámaras subterráneas.

Las variaciones en los niveles freáticos locales, asociada a distintas pulsaciones climáticas, dejan en ocasiones colgados estos sistemas, propiciando la aparición de grutas y formas de hundimiento, poljes, navazos o llanos, elementos característicos de paisaje kárstico.

Complejo Subbético - Parque Natural Sierra de Grazalema

Complejo Subbético - Parque Natural Sierra de Grazalema
Complejo Subbético - Parque Natural Sierra de Grazalema
Complejo Subbético - Parque Natural Sierra de Grazalema

El Pinsapar

El Pinsapar del Parque Natural de la Sierra de Grazalema constituye la mayor concentración de Pinsapos (Abies Pinsapo Boiss) del mundo, ya que es el único bosque. Los existentes en la Sierra de las Nieves, en Sierra Mágina y Sierra Bermeja son solo rodales aislados. Se trata del único resto que perdura de la última glaciación alpina, junto con los helechos, musgos y líquenes.

La variedad florística del Parque Natural de Grazalema es muy alta, contando con más de 1.375 taxones, cifra que representa algo más del 25% de las especies descritas para España y un porcentaje superior al 55% de las especies de Andalucía Occidental. Sin embargo, la estrella indiscutible es el Pinsapo, abeto elegante de porte piramidal que puede alcanzar hasta los 20 metros de altura y vivir hasta 600 años.

El nombre genérico de los abetos, “Abies” proviene del vocablo griego “Abios”: de larga vida, en alusión a la longevidad que presentan los miembros de este género. El epíteto específico “Pinsapo” deriva de las palabras latinas “pinus”: pino y “sapinus”: abeto, es decir “pinabeto”, por su parecido con ambas especies. Su madera, aunque no es de muy buena calidad, se ha usado desde antiguo. Se dice que algunos de los buques que formaron parte de la Armada Invencible de Felipe II, llevaban sus mástiles o sus compartimentos fabricados con madera de pinsapo. Finalmente según nos relata el botánico suizo Pierre Edmon Boissier (su descubridor para la ciencia en mayo de 1837) las ramas de pinsapo se usaban para adornar las procesiones y fiestas religiosas de la Sierra de Ronda.

Los tesoros geológicos del Parque Natural

El Corredor del Boyar es un área de gran complejidad geológica dentro del contexto de las Cordilleras Béticas. Entre los hitos que pueden reconocerse en este entorno destacan la Sierra del Endrinal, uno de los paisajes de montaña más agrestes del Parque Natural, y el Corredor del Boyar, que aloja elementos tan significativos como el Salto del Cabrero.

El Corredor del Boyar y el Salto del Cabrero

El Corredor del Boyar representa la separación entre dos unidades geológicas pertenecientes a las zonas externas de las Cordilleras Béticas, el Penibético y el Subbético Medio. Presenta una gran diversidad de materiales y una estructura caótica. Su principal hito paisajístico es el denominado «Salto del Cabrero», una de las imágenes más emblemáticas del Parque Natural.

El Corredor del Boyar

El Corredor del Boyar es una depresión alargada con una compleja estructura geológica. Aquí contactan dos dominios geológicos diferentes gracias a la gran falla de desgarre Cádiz-Alicante: el Dominio Penibético, a su izquierda, que conforma la Sierra del Endrinal y el Dominio Subbético Medio, a su derecha, que constituye la Sierra del Pinar.

El paisaje es reflejo de una dilatada historia geológica, con procesos que continúan en la actualidad. Las rocas, plegadas y fracturadas por la dinámica interna terrestre hace unos 20 millones de años, emergieron como vigorosos relieves. Desde entonces, has sido modeladas por los agentes geológicos externos, hasta configurar el paisaje que usted contempla.

En la Sierra del Endrinal, las morfologías condicionadas por la tectónica muestran su exponente más característico en el Salto del Cabrero, originado por un juego de fallas normales. Los procesos kársticos, debidos a la disolución de la roca caliza por el agua, dan lugar a formas características como lapiaces, dolinas, poljés, simas, etc. Los procesos ligados a la dinámica de las vertientes originan desprendimientos por gravedad, tales como canchales y bloques al pie de los escarpes rocosos.

En la base de esta sierra y alienadas a lo largo del Corredor, se localizan las Escamas del Boyar, una sucesión de fallas inversas muy juntas, que propician el afloramiento en una estrecha franja de diversos materiales.

La Sierra del Pinar está también muy fracturada y limitada por fallas que producen paredes verticales. En sus dolomías, el modelado de las vertientes muestra también caídas de bloques, canchales y deslizamientos de laderas, característicos de estas zonas de pendientes muy pronunciadas.

Una falla es un plano de rotura en una masa rocosa a lo largo del cual se produce un movimiento.

Falla de Cabalgamiento - Parque Natural Sierra de Grazalema

Falla Normal - Parque Natural Sierra de Grazalema

Falla Inversa - Parque Natural Sierra de Grazalema

Falla de Desgarre

La Sierra del Endrinal

La Sierra del Endrinal permite el reconocimiento de los fenómenos kársticos encargados de modelar el paisaje de todo el Parque Natural. Dichos procesos se traducen en la formación de dolinas, poljés, lapiaces, manantiales que en muchos casos presentan formas espectaculares.

Para ayudarles a conocer estos tesoros singulares del Parque Natural, el Programa de Actuaciones en Recursos Geológicos de Andalucía ha acondicionado y señalizado dos senderos, que parten de las proximidades:

  • El Sendero del Salto del Cabrero, que une el Puerto del Boyar con Benaocaz y que les acerca a las proximidades de la falla que da nombre al itinerario.
  • El Sendero Puerto de las Presillas, de reciente creación, que recorre la sierra y el poljé del Endrinal hasta llegar a la vecina localidad de Grazalema.

En ambos itinerarios encontrará una serie de miradores y señales interpretativas de algunos de los aspectos geológicos y paisajísticos más relevantes que podrá disfrutar en su recorrido.

Llanos del Endrinal

Formación kárstica denominada «dolina» que gracias a ser un terreno plano y poseer un suelo de terra rossa (arcillas de descalcificación) presenta una gran fertilidad en lo que respecta a su aprovechamiento agrícola, motivo por el cual ha sido cultivado hasta bien entrado el siglo XX.

En el conjunto de «los Llanos del Endrinal» y su entorno encontramos diversos elementos etnográficos: cercado de piedra, pozo-pilaras abrevadero, majanos, refugios de pastor, pequeños corrales para el ganado.

Los cercados de muros de piedra en seco de los «Llanos del Endrinal» protegían los cultivos agrícolas (cereales y legumbres principalmente) del ganado que pastaban en estas sierras. En la actualidad es utilizado para el saneamiento y acogida del mismo, en un sistema de ganadería extensiva tradicional.

El pozo-pilar abrevadero, construido en el año 1958, localizado en una cola superior a «Los Llanos», abastece las necesidades de agua de la ganadería ovina y vacuna que pasta este monte de propiedad pública, representado a su vez un importante elemento para una amplia variedad de fauna silvestre, principalmente ungulados, anfibios y pequeñas aves.

Son estos elementos etnográficos un ejemplo o paradigma d ecómo el hombre, adaptándose al medio a través de los usos que del territorio ha realizado a lo largo de la historia, contribuye constantemente al modelado del paisaje así como a la sostenibilidad y riqueza del monte mediterráneo.

La Garganta Verde

Es un asombroso cañón estrecho y profundo, cuyas paredes pueden llegar a los 400 metros de altura, fruto de la excavación del Arroyo Bocaleones, que tiene su nacimiento en la falda del pinsapar.

Lo profundo y estrecho del lugar, junto a los rezumaderos de agua en sus paredes, crea un ambiente húmedo y fresco que permite la proliferación de un llamativo tapíz vegetal que da nombre a la Garganta.

Destacan los laureles por ser el único lugar del Parque Natural Sierra de Grazalema donde existen de forma silvestre. Las higueras agarradas a los laterales parecen desafiar la ley de la gravedad. En el lecho encontramos el acanto con sus inmensas hojas y bella floración entre los meses de mayo y junio, y adelfas con porte arbóreo.

Durante el paseo, pueden observarse aves adaptadas a la vida en el roquedo; el buitre leonado, la chova piquirroja, la paloma bravía, diversos tipos de aviones, el vencejo real durante el verano…

Bosque en Galería en el río Majaceite

La vegetación de las riberas se configura básicamente como una banda que acompaña al cauce a lo largo de su recorrido. La presencia de este cauce supone un incremento de la cantidad de agua disponible. Este incremento genera unas condiciones de humedad y temperatura que favorecen el desarrollo de especies, configurando un paisaje singular, el bosque en galería. Esta denominación es debida dado que al crecer en ambas orillas y elevarse sobre el cauce forma un túnel vegetal de gran belleza  y frescura. Los chopos, sauces, adelfas, lianas, rubias, zarzas, zarzaparrillas, rosales, clemátides y madreselva son los árboles y arbustos presentes en el río Majaceite.

El bosque en galería realiza una función muy importante en cuanto a la producción de los márgenes, evitando en gran medida el arranque de los materiales por el agua; por lo tanto conserva el valiosísimo suelo y evita la colmatación de los pantanos. Por otro lado, durante la prolongada sequía estival, estos ecosistemas constituyen pequeños oasis y refugio de diversos animales.

Si tiene la oportunidad de recorrer el Majaceite, podrá ver y oir a gran cantidad de aves, tales como la oropéndola, en primavera; y en verano, el mirlo común y la lavandera cascadeña en invierno; el chochín, el mirlo acuático, herrerillos, carboneros, currucas y otros muchos pajarillos. Si observamos dentro del agua veremos barbos, truchas y culebras de agua y, si la fortuna nos acompaña, podremos ver a la siembre evasiva y precavida nutria, la máxima estrella de la fauna del río.

La trucha en el Río Majaceite

La trucha común (Salmo trutta) es una especie común autóctona de la Península, está considerada como vulnerable en el Atlas y Libro Rojo de los peces continentales de España. Son peces de aguas muy oxigenadas y frías. Excelente nadadora y saltadora, al igual que “su primo” el salmón, son capaces de salvar obstáculos de considerable altura. Su piel está salpicada de manchitas redondas, rojas y negras y sus mandíbulas están provistas de numerosos dientecillos sobre todo la inferior, no superan los 60 cm de talla media y los 8 kg de peso. Se alimentan dependiendo de la época del año de invertebrados tales como lombrices, insectos y crustáceos.

La presencia de esta especie en las aguas es indicio de aguas limpias y sin contaminación. Por tanto, el río Majaceite, puede presumir de esta importante calidad. La cuenca de este río nutre dos piscifactorías, una de ellas en Benamahoma y otra en El Bosque. Ambas crían la especie de trucha arco iris o blanca con su “variedad” asalmonada, que deben su nombre al color de su carne. La proliferación en el medio natural de truchas alóctonas como la arco iris puede ir detrimento de las poblaciones de nuestra especie, poniendo en grave peligro su supervivencia.

El ciclo del agua y la vida en la Sierra

El karst funciona como una gran esponja que recoge, a través de fisuras, simas y dolinas, el agua procedente de la lluvia y la fusión de las nieves. Una vez en el medio subterráneo el agua penetra en profundidad hasta encontrar el nivel freático local, para posteriormente circular horizontalmente, por medio de complejos de sistemas de galerías. Las descargas de estos acuíferos kársticos se realizan mediante manantiales o surgencias naturales.

El nacimiento del rio Guadalete, donde usted se encuentra, constituye una de estas surgencias naturales. En este caso su presencia se debe al contacto entre los materiales permeables de la Sierra del Endrinal (calizas) y los materiales impermeables que afloran en el Corredor del Boyar (arcillas y margas) los cuales actúan como nivel freático local.

Los manantiales serranos contribuyen a suavizar el régimen torrencial y estacional de las precipitaciones, característico del clima mediterráneo, participando también activamente en la conservación de la biodiversidad local. Por un lado, en torno a las salidas de las aguas subterráneas se generan hábitats de interés que albergan especies y comunidades singulares. Por otro, los recursos hidrogeológicos favorecen una mayor estabilidad en los aportes de agua  a los cursos fluviales que alimentan, beneficiando así también a los ecosistemas naturales que se desarrollan en torno a ellos. Además son recursos estratégicos para el abastecimiento de las poblaciones serranas.

El habitante de la sierra ha valorado desde antiguo sus nacimientos y manantiales, siendo lugares especialmente cuidados. Muchas de las fuentes del Parque Natural poseen un gran valor artístico, estando reconocidas como Bienes de Interés Cultural y situándose entre los hitos más visitados. Son igualmente lugares muy frágiles y sensibles a la contaminación. Guarde un comportamiento respetuoso y no arroje residuos.

Orquideas

Las orquídeas constituyen una de las familias botánicas mas evolucionadas. Presentan dos pseudobulbos, que son los que le dan nombre a la familia, pues Orchis significa en griego testículo.

Aunque no son tan conocidas como las grandes orquídeas que vienen de zonas tropicales, las nuestras, siendo más modestas, no deja de tener una exótica belleza. De las 150 especies que viven en la Península Ibérica, en el Parque Natural de Grazalema podemos ver hasta 35 tipos diferentes, lo que constituye una muestra de la biodiversidad que encierra este espacio.

La curiosa forma de las flores es el efecto de miles de años evolucionando por a conseguir que la polinización por los insectos sea lo más eficaz posible. Para ello se adornan de colores y de perfumes atrayentes. Además, el pétalo inferior es más ancho, siendo la plataforma de aterrizaje del insecto. Los otros pétalos forman una estructura en forma de tubo que le dirige hacia la zona donde está el néctar. Y todo está preparado para que cuando lo intente, salte una tapadera y los sacos polínicos queden pegados en el cuerpo del animal.

El caso más interesante lo presentan las especies del género Ophrys, conocidas como flor-abeja. Sus flores imitan el cuerpo de las abejas, con los que consiguen atraer a los machos de estas especies y que serán los encargados de llevar el polen a otras flores.

Durante el recorrido de este sendero podrás contemplar varias de las especies presentes en el Parque Natural. Si estás atento y tienes una cámara de fotos, podrás llevarte una bonita colección.

El Zumaque (Rhus Coriaria), de condimento romano a curtidor de las pieles de Ubrique

El Zumaque es un arbusto poco frecuente.

Antiguamente su presencia no debía ser tan rara, teniéndose noticias de cultivos del mismo, debido a sus interesantes propiedades. la harina obtenida de la molienda de sus frutos resultaba ser un magnífico curtiente, que la industria marroquinera de Ubrique, o cualquier artesano, reclamaba.

El curtido es el proceso por el que la piel animal, en contacto con sustancias que se denomina curtientes, se transforma en cuero. Este proceso impide su putrefacción, y la hace más resistente, blanda, suave e impermeable al eliminarse los poros y grietas.

Debido a esa gran propiedad como curtiente, en medicina se usaba como cicatrizante de heridas y para detener flujos como diarreas y hemorragias.

Los frutos maduros son de color rojo, de ahí su nombre, que deriva del árabe Summaq (rojo). Aunque las hojas y los frutos verdes son tóxicos, el zumaque también tiene usos culinarios. Son acidulantes y se emplean como sustitutivos del limón o el vinagre, ya desde la época de los romanos. También se ha usado como planta tintórea, extrayéndose de sus tallos un tinte amarillo y de sus frutos otros colores negro y violáceo.

Las Caleras

Este método artesanal de obtener la cal, era relativamente frecuente en estas sierras a mediados del siglo XX.

La roca caliza, tan abundante en el Parque Natural, presenta la particularidad de adquirir las características propias de la cal viva (oxido de calcio) si son sometidas a la acción del calor.

Su funcionamiento consistía en colocar una gran cantidad importante de piedra caliza, dejando un hueco donde se prendían restos vegetales del entorno. La estructura exterior, era lo suficientemente sólida para soportar durante 3 días y tres noches altas temperaturas de cocción.

De media se utilizaba unos 2500 haces de leña de 40 kg cada uno. Un volumen considerable, que da idea del importante papel en la reducción del combustible que esta actividad realizaba en los montes. Venían a sacarse de 40 a 60 toneladas de cal, que se conservaba en sacos de plástico. Para prepararla se sumergía en agua durante 4 ó 6 días fermentando, hirviendo, «apagándose», como dicen los lugareños. Quedaba así lista para enlucir, proporcionando a nuestros pueblos esa blancura tan típica.

La cal fue hasta el siglo pasado como el cemento en la actualidad, se mezclaba con arena o arcilla para unir piedras o ladrillos. Se utilizaba también para desinfectar las cuadras y el agua en los aljibes; para hacer desaparecer los cadáveres de las tradicionales matanzas; como abono para la tierra y actúa como reflejante de las viviendas al reflejar el color blanco los rayos del sol.

Calera

Pozos de nieve, frigoríficos artesanales del siglo XVI

Los pozos de nieve eran neveros artesanales, construcciones circulares de unos 8 ó 10 metros de diámetro, excavados en al tierra y revestidos con piedras de la zona. Se construían siempre protegidos de las radiaciones solares, por ello se ubicaban en zonas de umbría y en la cara norte de las montañas.

La nieve de las últimas nevadas del invierno se almacenaba en estos pozos. Surge así la figura del Nevero, persona que se encargaba de transportar la nieve hasta el pozo de nieve, donde se prensaba con grandes mazas de madera llamada pisones, para convertirla así en hielo. Nevero - Pozo de NieveLuego se cubría con ramas de pinsapo mezcladas con otras plantas de la zona y tierra compactada, formando una serie de capas (hielo-aislante) para conservar tan preciado tesoro hasta el verano.

Entonces, el hielo era cortado en bloques y se envolvía en unos serones especiales recubierto con helechos y una fina paja llamada tamo, que servía de aislante. Se cargaban a lomos de caballos o burros y se transportaba de noche, para evitar el fuerte calor del día, hasta llevarlos a las zonas de comercialización, donde era usado para conservar alimentos, medicamentos y enfriar bebidas en las fiestas populares.

Los pozos de nieve se construyeron durante los siglos XVII y XVIII, existiendo pruebas documentales de transportes de nieve a numerosas localidades de Cádiz, de Sevilla como Écija o el Coto de Doñana.

El Molino del Susto
La ayuda del agua para moler

Ruidos de niños llorando, puertas que se abren, resplandor de luces, avistamientos de ovnis… todas estas historias envuelven de misterio a uno de los múltiples molinos harineros que hay dentro del Parque Natural Sierra de Grazalema, el Molino del Susto.

Construido a principios del siglo XVII, este edificio aprovechaba la fuerza de la corriente del arroyo del Descansadero para girar sus mecanismos y utilizarla en la molienda del trigo para hacer harina.

Destruido tras la guerra civil y debido a las condiciones de humedad, trata de resistir el paso del tiempo transformándose en la fantasmagórica estructura que vemos, donde se dan las condiciones idóneas para la proliferación de musgos, líquenes, helechos y sobre todo de leyendas de fantasmas.

Fuente de Líbar

Esta fuente está situada en el poljé más grande de la Serranía de Ronda, esto es, en una depresión en un macizo de roca caliza a modo de valle alargado y cerrado. La fuente-abrevadero está situada en un espacio ganadero por excelencia y en la confluencia de cuatro vías pecuarias.

Se trata de un importante manantial que rara vez se seca y a cuyas aguas tiene acceso cuatro municipios de dos provincias distintas; Cortes de la Frontera, Benaoján y Montejaque, en Málaga, y Villaluenga del Rosario, en Cádiz. Cada término municipal está separad por muros de piedra seca, lo que confiere a la zona un elevado cultural y paisajístico.

Los Llanos de Líbar ha estado habitados desde siempre, de ahí la existencia de un sepulcro megalítico «el Dolmen de Líbar en el término de Benaoján» y de restos de villas romanas en las inmediaciones de la fuente.

La Fuente de Líbar sustenta también la fauna salvaje de esta parte del Parque Natural Sierra de Grazalema así como a una importante colonia de rana común, de excepcional tamaño para una zona situada por encima de los 1000 m de altitud sobre el nivel del mar.

Senderos del Parque Natural Sierra de Grazalema

Cueva del Gato
Sendero La Bodega
Sendero del Tesorillo
Sendero Ojo del Moro
Ruta Molinos Harineros
Sendero Llano del Ravel
Sendero Garganta Verde
Sendero Calzada Romana
Sendero del Descansadero
Sendero Llano del Endrinal
Sendero Ermita del Calvario
Sendero los Llanos del Berral
Sendero Puerto de las Presillas
Sendero Llanos del Republicano
Sendero Camino de los Charcones
GR 7 E-4 – Sendero Europeo E-4 Tarifa – Atenas

Miradores del Parque Natural Sierra de Grazalema

Mirador del Santo
Mirador de los Acebuches
Mirador del Puerto del Boyar
Mirador El Cintillo y Aguas Nuevas


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