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Alcántara – Puente Romano

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Conjunto Puente Romano de Alcántara

El Puente Romano de Alcántara se localiza a pocos minutos de la localidad, del Convento de Sancti Spiritu e Iglesia de la Encarnación (la Antigua) y del Embalse de José María de Oriol, en la provincia de Cáceres.

«El edificio más duradero creado por la mano del hombre, resistiendo en plena forma el paso del tiempo y los agentes destructores. Pasan los viandantes bajo su arco triunfal y las avenidas se peinan en las hileras de sus pilares, y el puente sigue siendo puente de paso sobre el río y puente de enlace entre generaciones sucesivas»

«Nadie construya puentes en España, sin haber pasado por Alcántara».

Carlos Fernández Casado 1982

Construido y sufragado por varios pueblos lusitanos. Su obra debió iniciarse hacia el año 75 d.C., terminándose alrededor del 103-104 en época del emperador Trajano, al que fue dedicado.

El conjunto romano consta de tres elementos: puente, arco y templo. El puente, situado entre dos recodos del río tiene unas dimensiones de 194 m de longitud, 8 m. de anchura y 71 m. de altura, incluido el arco. Su fábrica es de sillería granítica almohadillada dispuesta a soga y tizón.

Tiene seis amplios arcos de medio punto con distintas luces, apoyado sobre cinco pilares apreciándose tajamares en los tres centrales.

El arco de triunfo, aunque subordinado al puente, no deja de tener su propio significado dentro del conjunto. Enclavado en una provincia poco romanizada, este monumento en honor al sistema imperial romano, sirvió como soporte de la memoria colectiva como atestiguan sus inscripciones.

De medio punto, está realizado en sillería almohadillada. En tiempos del emperador Carlos V se almenó, disponiéndose el escudo imperial, adoptando un aspecto más defensivo.

El Puente Romano de Alcántara, clave para las comunicaciones en el espacio fronterizo, se vio sometido a destrucciones a lo largo de los diferentes enfrentamientos bélicos. A comienzos del siglo XIII, en tiempos de la Reconquista, cuando Alfonso IX toma definitivamente la Villa a los musulmanes, el puente sufre la destrucción del primer arco de la orilla derecha. Según los estudios realizados sobre el tema, todo apunta que debió ser reparado antes del siglo XVI.

Es en esta época cuando el puente pasa a ser un elemento más del sistema defensivo de la Orden de Alcántara, convirtiéndose en un puesto de guardia y de control fiscal.

La primera restauración documentada se produce en el siglo XVI, durante el imperio de Carlos V como atestiguan las inscripciones del arco, eliminando las edificaciones que se habían levantado en el paso del puente en siglos anteriores. Del antiguo sistema defensivo, el único elemento que se conserva actualmente es un torreón de pizarra y ladrillo llamado Torre del Oro.

A principios del siglo XVIII, los enfrentamientos entre españoles y portugueses durante la Guerra de Sucesión, provocaron importantes daños en el segundo arco de la margen derecha que no será restaurado hasta el reinado de Carlos II.

Durante la dominación francesa volvió a destruirse el segundo arco de poniente. Provisionalmente se salvó el paso con unas estructuras de madera que fueron quemadas en 1836 durante las guerras carlistas.

El 4 de febrero de 1860 se inaugura la restauración promovida por la Real Academia de la Historia siendo el ingeniero jefe D. Alejandro Millán y Sociats. En 1856 se iniciaron las obras que consistieron en el levantamieto del arco destruido, se construyeron paseos a ambas márgenes del río eliminándose también restos de algunas edificaciones militares, y se desmontó y volvió a montar el arco honorífico colocándose una lápida conmemorativa de la reconstrucción de Isabel II y dos reproducciones de las lápidas originales de los pueblos que sufragaron la construcción del puente.

Fue declarado Monumento Nacional el 13 de agosto de 1924.

Templo Romano de Alcántara

Erigido en honor al emperador Trajano y a los dioses de Roma por Caius lulius Lacer. De traza sencilla, tiene planta rectangular siendo su fábrica de sillería de granito almohadillado. Dos columnas de orden toscano enmarcan la puerta de entrada, el interior se divide en naos y pronaos, y en el exterior remata la fachada un frontón triangular, cubriendo todo el edificio un tejado a dos aguas.

En el siglo XIII se cristianiza bajo la advocación de San Julián, añadiéndosele nuevos elementos arquitectónicos como el calvario y la espadaña. En la reconstrucción del siglo XIX D. Alejandro Millán y Sociats le devuelve su aspecto original siendo de este momento la verja que cierra el edificio.

La inscripción reproducida en los siglos XVI y XIX a partir de la original dice así: «Consagrado al Emperador Nerva trajano, César Augusto, Germánico, Dácico. Este templo en la roca del Tajo de los supremos dioses y del César lleno donde el arte se ve vencido por su propia materia, quizás la curiosidad de los viajeros, cuyo cuidado es saber cosas nuevas, se pregunten quién lo hizo y con qué intención. El puente destinado a durar por siempre en los siglos del mundo, lo hizo Lacer, famoso por su divino arte…»

Ayto. de Alcántara


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