Pueblos de Jaen
Cambil
Cambil – Arbuniel, Comarca de Sierra Mágina
El pueblo de Cambil con algo mas de 3.500 habitantes, se apiña en el fondo de un valle en el que los ríos «Villanueva y Oviedo», se abren paso entre los cerros Ingenio y Achuelo, donde en el pasado se construyeron los castillos de Cambil y Alhabar, baluartes defensivos del reino nazari de Granada durante tres siglos de frontera y lugar de continuos enfrentamientos bélicos.
Cambil limita con los municipios vecinos de Pegalagar, Torres, Albanchez de Mágina, Noalejo, Huelma, Cárcheles y Campillo de Arenas.
Las primeras noticias históricas que se tienen datan del año 1315, en el que el infante D. Pedro tomó las fortalezas de Cambil y Alhabar, hoy en estado de ruina.
Pasaría alternativamente a manos musulmanas y cristianas en años sucesivos hasta que en el año 1485, la conquistó Fernando el Católico, tras doce días de resistencia. Mohamed Lentin, que guardaba la fortaleza, se retiró a Granada.
Perteneció a la jurisdicción de Jaén hasta el año 1588.
Las tierras de labor están en su mayoría plantadas de olivar y en gran parte regadas por los ríos Villanueva, Oviedo y Arbuniel. Este último nace en la aldea de su nombre, en cuyas proximidades aparecen numerosos restos romanos que inducen a ubicar allí la importante ciudad de Vergilia.
La antigua dehesa de Mata Begid, hoy en gran parte incluída en el Parque Natural de Sierra Mágina, se extiende desde la cumbre del Almadén hasta el valle, albergando uno de los más importantes núcleos arbóreos del Parque, principalmente de encinas y quejigos. Perteneció en el pasado a la ciudad de Jaén, que explotaba sus pastos, hoja, bellota y madera, hasta que fue desamortizada en 1.862.
Pese a las roturaciones producidas, aún hoy día es una zona de gran belleza. Se nos muestra como una isla de vegetación autóctona rodeada de terreno de labor, donde encuentra su hábitat una numerosa y variada fauna, como el águila real, cabra hispánica, paloma torcaz, bubilla, jineta, tejón, jabalí, conejo,…
Cambil es uno de los pueblos de la Comarca más ricos en cursos de agua. El nacimiento del río Arbuniel, junto a la aldea, ha sido acondicionado como una zona de recreo, donde las aguas se almacenan en una laguna antes de ser distribuidas por kilómetros de seculares acequias de riego.
Monumentos
Iglesia Parroquial
Castillo de Matabejid
Antiguo hospital barroco
Yacimientos Arqueológicos
Castillo árabe de Cambil Alhabar
Gastronomía de Cambil y Arbuniel
Cambil posee una rica gastronomía tradicional, basada principalmente en la ganadería local y en los productos de huerta. Tales son el potaje de habicholones, almoronía (su principal ingrediente lo constituyen las habas secas, a las que se le agrega una morcilla), pimentón, sopa de cangrejos de río, carnerete de bacalao,… y el aguacebá, que tradicionalmente utilizaba la nieve del Almadén para su elaboración.
Cómo llegar a Cambil
Desde la autovía A-4 (Bailen-Motril) al tomar la salida 64 y a 9 km, se encuentra el pueblo de Arbuniel donde se hallan las instalaciones de « Las Aguas del Arbuniel ». Una vez que se haya llegado al pueblo, se debe tomar dirección Cambil.
Distancias
Jaén 33 km
Huelma 18 km
Pegalajar 22 km
Arbuniel 9,5 km
La Guardia de Jaén 35 km
Fuentes y Manantiales de Cambil y Arbuniel
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Arbuniel
Arbuniel está situado en la zona sur de la provincia de Jaén, dentro del Parque Natural de Sierra Mágina.
El núcleo urbano se sitúa en un valle donde nace el río Arbuniel el cual ha configurado su historia y su paisaje, así encontramos olivos, frutales y multitud de huertas cubriendo el valle y alrededor monte bajo, monte de pinos y monte mediterráneo donde pastan rebaños de cabras y ovejas.
El río Arbuniel nace en las faldas del monte llamado Torre de Gallarín en un bello nacimiento convertido en zona recreativa con barbacoas, zonas de descanso, parque infantil, etc. el río recorre 1500 varas hasta llegar al barranco los Batanes donde se une con las aguas del Salado (sus aguas son saladas), recorre una legua y se une con el río que proviene de Cambil. El río Arnuniel está canalizado en multitud de acequias que dan riqueza a las tierras del municipio, riega más de 12000 pies de olivos, multitud de huertas, 140 fanegas de tierra sin plantío y daba impulso a cinco molinos de harina con 14 piedras y cinco molinos de aceite, varios de estos molinos aún se conserva en perfecto estado. También son famosos los cangrejos que habitan en su cauce gracias a la gran cantidad de cal de sus aguas y las abundantes truchas.
Fauna: En cuanto a la fauna, son muy anbundantes las rapaces, destacando el águila perdicera, que habita frecuentemente los roquedos junto con la cabra montés. El quebrantahuesos y el lobo, antiguamente comunes en este espacio natural, desaparecieron a principios de siglo. Otras especies que merecen especial mención son: jabalí, zorro, conejo, liebre, perdiz roja, búho real, paloma torcal, tórtola, mirlo, zorzal..
Flora: Desde el exterior, la sierra parece desarbolada pero su interior alberga extensos, viejos y bellos encinares, quejigales y pinares. Es muy característica la presencia de grandes extensiones de matorral, bosques de pinos y encinas en las altas laderas. Entre su numerosa flora, destacan pino, encina, enebro, retama, tomillo, té de roca, abulaga, romero, inñesta, endrina, lentisco, espino, esparto, hinojo…
Lavadero de la Noguera / Arbuniel
El Lavadero de la Noguera de Arbuniel (1875) se localiza en la Vega Incapoco, antigua zona de cultivo de cereal, maíz, hortalizas, frutales y actualmente olivar.
Este lavadero fue construido por Diego Ogayar Arnedo, agricultor y antiguo propietario de la finca, nacido en Cambil en 1855 y donde viviría hasta el año 1912. En su origen, el lavadero era sólo un ensanche en la acequia de riego que recorre la propiedad, utilizado únicamente por sus propietarios. Se lavaba de rodillas, usando una laja de piedra tosca típica de la zona. Con el paso de los tiempos, las toscas fueron sustituidas por las típicas tablas de madera de estrías hechas por los carpinteros, y el uso único por parte de la propiedad, fue autorizado al resto de vecinos de cortijos cercanos y gente del pueblo.
En 1975 se realizó una restauración del lavadero, coincidiendo con las obras de la acequia. Se adecuó una zona para poder lavar de pie con capacidad para dos personas, y donde se dotó al lavadero de una piedra de cemento estriada apra favorecer la labor. Aun hoy puede observarse en los laterales del lavadero la obra inicial en ladrillo visto.
Conocida la historia de este lavadero agrario, acepte la invitación de descubrirlo. Pero antes de comenzar la visita, ¿sabe usted que existe una leyenda en esta propiedad llamada «el duende de la Noguera»?. Pregunte. No le dejará indiferente.
Lavadero de las Eras / Arbuniel
En los lavaderos se lavaba de la siguiente manera:
«Una vez de rodillas, lo primero que se hacía era coger los trapos m´s sucios para desmugrarlos y enjabonarlos, después se enrollaban y ponían en un lebrillo para que se ablandaran y lavarlos al final. A continuación se cogían las demás prendas, y había que ver con qué arte se lanzaba la ropa al agua y se zapateaba contra la tabla».
El siguiente acto sería enjabonarla bien y se frotaba con los nudillos, insistiendo en cuellos, puños y manchas. Una vez bien aclarada la ropa, se tendía al sol aprovechando para ello todas las matas existentes en las cercanías.
Al no existir detergente al uso, había que elaborarse el jabón casero:
«Se podía hacer de dos maneras, dependiendo si era en frío o en caliente. Lo más moderno, era el jabón en frío. Necesitabas cinco litros de agua, cinco litros de aceite, un kilo de sosa caústica, un puñaíllo de detergente convencional y un puñaíllo de sal. Semezclaba todo en un mismo recipiente, y se removía hasta espesar. Se dejaba reposar un día, y al día siguiente ya se podía cortar.
Ahora, como detergente no solía haber, el jabón lo haciamos en caliente. Cogíamos seis litros de agua, seis litros de aceite y un kilo de caústica. De los seis litros de agua, quitabas un chorreón para mezclar con la sosa. Lo que sobraba de agua, lo ponías con el aceite a fuego lento, echándole poco a poco la sosa mezclada con el agua, hasta que hervía. Mientras la sosa hervía, se veía si aceptaba toda la legía o no. Se va sazonando según el hervido. Se deja reposar, y al día siguiente se corta».
Lavaderos, mujeres, jabón y economía rural. La receta de la vecina de Arbuniel, Lola Lerma o «la Lola».
Lavadero del Nacimiento / Arbuniel
Los lavaderos, a cubierto o en abierto, fueron casi el único lugar de sociabilidad reservado a las mujeres. En una época en la que las mujeres, especialmente las más jóvenes, tenían que dar explicaciones para salir de casa, la tarea de ir a la fuente, y muy especialmente al lavadero, era mucho más que un trabajo.
A pesar de los suplicios de la tarea, de la dureza del tiempo y de la frialdad de las aguas, ir al lavadero era una esperanza y deseada evasión, un desahogo, un consuelo, un compartir, un ponerse al día un contarse un secretos, un mucho más. Allí las mujeres se arropaban, se protegían unas a otras, se pasaban consejos o recados sobre pretendientes, novios y maridos.
En ese reducido y exclusivo espacio, el hombre no estaba bien visto, cuando no directamente prohibida su entrada a los lavaderos cubiertos, como se advertía en algunas placas de la época.
Las malas lenguas dicen que junto a las tablas de lavar, con las conversaciones amortiguadas por el zapateo de la ropa y el murmullo de la corriente, se cocinaban decisiones propias de auténticos ayuntamientos a la sombra, que criticaban o alababan, ponían en su sitio o quitaban a los hombres que lo merecían. Desde luego, lo más sustancioso del lavadero eran las conversaciones.
Patrimonio Hidráulico del Nacimiento de Arbuniel
La Central Hidroeléctrica de San Manuel (1910-1960)
El manantial del Nacimiento de Arbuniel, con un caudal medio de 600 l/s, ha sido el verdadero motor de la economía local. Con una balsa de regulación, que reparte sus aguas a una gran red de acequias o «ríos» como son llamadas éstas por los lugareños, han sembrado de valor campos de cereal, de olivares, han transformado la fuerza del agua en energía en las centrales o fábricas de luz, y ayudado a la molienda de grano y aceituna a los diferentes molinos que en la localidad existían.
En Arbuniel existían tres centrales o «fábricas de la luz», denominadas San Manuel, Santísima Trinidad y San Cayetano.
La Central de San Manuel es la que aparece junto al Nacimiento de Arbuniel. Funcionó en el período que abarcaba desde 1910 a 1960, con una potencia de 100 KVA. Actualmente se encuentra fuera de servicio. Se han realizado diversos estudios en los últimos años, en los que se ha buscado una nueva puesta en funcionamiento.
Senderos en Cambil
Esto es ¡increíble! No he leído algo como esto desde hace mucho. Maravilloso hallar a alguien con algunas ideas propias sobre este tema. Este blog es algo que se necesita en la red, alguien con un poco de originalidad. Un trabajo útil para traer algo nuevo a la red. Gracias de todos lo que te leemos.