Castillos de Badajoz
Castillo de la Culebra
Castillo de la Culebra o de Alange
El Castillo de la Culebra se localiza en el cerro que le confiere su nombre, en el municipio pacense de Alange, Comarca de Sierra Grande – Tierra de Barros, Extremadura, España.
Acceso: el acceso a la fortaleza se hacía desde dos calzadas, partiendo una de la explanada de los aljibes (manantiales que proveían de agua a sus moradores) para ascender hasta la primera línea de fortificación, donde estaba la Puerta del Sol. Otra arrancaba al oeste del cerro, en el denominado “Puente Viejo”, sobre el Matachel, hoy ya anegado por el Embalse de Alange, que subía zigzagueante hacia la Puerta de los Gallegos.
Fortaleza estratégica levantada por los musulmanes en el siglo IX quienes le dieron el nombre de Hisn al-Hanash (Castillo de la Culebra). La primera referencia histórica es la que narra los sucesos del año 875, cuando Ibn Marwan se sublevó contra el Emir de Córdoba y estableció su cuartel general en este lugar.
Dado el valor estratégico que tiene como punto clave que permitía controlar tanto el paso del camino Mérida-Córdoba como la Vía de la Plata, su ocupación fue muy codiciada.
Entre otras vicisitudes cabe destacar el ataque por las tropas cristianas de Ordoño II en el 915, o la Batalla de Alange que se desarrolló a los pies del cerro en el año 1230 y que enfrentó a los ejércitos de Alfonso IX e Ibn Hud.
A partir del 1243 el Castillo de la Culebra pasa a manos de la Orden de Santiago por mandato de Fernando III el Santo, estableciéndose en él la sede de la Encomienda de Alange.
En 1550, debido al mal estado de conservación en que se encontraba el castillo y a la ausencia de guerras en este momento, se decidió su abandono definitivo y se trasladó de lo alto del cerro a la Casa de la Encomienda situada en la población.
La fortaleza conserva parte de los tres recintos que la resguardaban. El primer de ellos, en la parte más baja del cerro, protegía los aljibes que se encuentran en la umbría del cerro. Destaca por su estado de conservación la Puerta del Aljibe.
Del segundo recinto se conserva la barrera de poniente, con cuatro torres que defendían el acceso a la puerta de Mérida en la zona oriental. En la vertiente Este se cerraba el recinto con la Puerta del Sol, a la que se accede tas cruzar el recinto de los aljibes.
El tercer recinto se encuentra en la parte más alta del cerro y destacan la Torre del Homenaje, la Torre Redonda y la Torre Nueva. Del resto de las estancias del castillo tenemos referencias gracias a los libros de visita de la Orden de Santiago en los que se describe detalladamente cómo era el castillo en los siglos XV y XVI.
Los restos que podemos ver hoy pertenecen tanto al periodo islámico como a la época de la Encomienda mezclándose de manera caótica debido a la cantidad de restauraciones que sufrió la fortaleza a lo largo de los siglos de ocupación.
Importancia estratégica
Situado en el Cerro al que confiere su nombre, el Castillo de Alange es una estratégica fortaleza levantada por los árabes en el s. IX, teniendo como primera referencia histórica el año 850. La importancia de la fortaleza estriba en el punto clave que ocupa para controlar el paso de la Vía de la Plata, entre la Sierra de San Serván y Sierra Grajera, además de los movimientos militares, durante el periodo musulmán, que surgían en la ciudad de Mérida donde prodigaban sublevaciones y alzamientos contra la capital, Córdoba.
Acontecimientos Históricos
En el año 875, Ibn Marwan, se subleva en Mérida contra el califato de Abderramán II, tomando la fortaleza de Alange. En ella resiste posteriormente un asedio de tres meses ante el emir Muhaman hasta que, tras imponer condiciones en su capitulación, logra canjearla por la Alcazaba de Badajoz, donde ejerció soberanía un cierto tiempo.
En 915, en plena reconquista y fulgurante razzia, el rey Ordoño II sitia y luego arrasa la fortaleza, ocupando la villa y pasando a cuchillo a toda la población residente. Después se retiró a sus dominios leoneses. En años posteriores el Castillo de la Culebra pasará de manos cristianas a musulmanas en distintas ocasiones, atravesando diversas vicisitudes, como la lucha de Alfonso IX con Aben Hud y quedando en poder de los cristianos definitivamente en 1.234, una vez reconquistado por D. Rodrigo Iñiguez, Maestre de la Orden de Santiago, y sus caballeros, bajo el reinado del citado monarca.
A partir de 1.234 el Castillo de Alange pasa a pertenecer a la Orden de Santiago por mandato de Fernando III el Santo, estableciéndose una encomienda, bajo la misma. Se utilizaría realizando obras de rehabilitación y acondicionamiento. Hasta 1.494 no existe documentación sobre la estructura y disposición interna de la fortaleza.
Alange se constituyó en “Encomienda”, perteneciendo jurisdiccionalmente a la Provincia o Priorato de León. El ámbito jerárquico de su castillo comprendía a Villagonzalo, La Zarza, Oliva de Mérida, Palomas, Puebla de la Reina, Puebla del Prior y Ribera del Fresno, cuyos diezmos eran entregados al convento de San Marcos de León, a través de su administrador en Mérida.
EN 1.550 era comendador D. Enrique de Toledo y alcaide D. Gregorio de la Sarte, aunque ninguno residía en el castillo, debido a que parte del muro se encontraba caído, los torreones deteriorados, las entradas sin puertas y los tejados en mal estado. En esta circunstancia, unida a la ausencia de guerras, se decidió su abandono definitivo y su sustitución por la Casa de la Encomienda, construida ese mismo año.
Puerta de los Gallegos o Puerta de Mérida y Barrera de Poniente (s. IX)
La denominación de Puerta de los Gallegos parece aplicarse en época islámica y debe estar relacionada con el sobrenombre de Ibn-Marwan llamado al-Yilliqui “el hijo del gallego”. La designación como Puerta de Mérida corresponde con la época santiaguista como lo corroboran los documentos de las visitas de la Orden. Esta puerta, abierta en la barrera de poniente, permitía el acceso al recinto medio del castillo a aquellos que llegaban desde Mérida. Por su configuración, pertenece a las denominadas puertas en recodo, en las que el acceso se complicaba ante la necesidad de tener que hacer varios giros para acceder a la misma. Esta circunstancia hacia más vulnerables a quienes intentaban acceder al castillo por esta zona. En caso de ataque, el acceso obligaba a mostrar los defensores el flanco derecho de la tropa a todo lo largo del camino que transcurre en paralelo a la línea de muralla. Al final de la misma un giro de 180˚ para situarse frente a la puerta y un espacio mínimo de maniobra ante ella evitaban que los atacantes se desenvolvieran con soltura.
Puerta de los Aljibes, Muralla y Aljibes (s. IX – s. XVI)
La Puerta del Aljibe era el primer paso de muralla que debían traspasar quienes acudían al Castillo de la Culebra por la parte de levante. Esta puerta servía de acceso al primer recinto amurallado del castillo que se destinaba a la protección de los aljibes que servían de agua al mismo. La puerta se encuentra enmarcada por un arco rebajo y apuntado en cuya parte superior se abre un hueco cuadrado que permitía el control del paso desde la parte superior. Al lado del arco se ocultaba una pequeña dependencia cubierta por una bóveda de cañón rebajado a la que se accedía desde el interior del recinto. Al lado opuesto de la puerta y sobre la roca natural, se adivinan los restos de una pequeña escalera que permitía el acceso directo desde esta zona hasta la parte alta del castillo. Unos metros más adelante, ya a la altura del aljibe, la línea de la muralla se quiebra, observándose los restos de una torre de planta triangular a la que se accedía pasando bajo un arco de piedra, en el interior de la torre y situado en cada uno de los lados del triángulo que dan hacia el exterior, dos troneras permitían el control visual de los lienzos de la muralla. En uno de ellos todavía se conserva una tronera de bola que se fecha entre los siglos XV y XVI.
Fuente: Excmo. Ayto. de Alange
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