Pueblos de Cadiz
Conil de la Frontera
Conil de la Frontera
Conil de la Frontera es un municipio andaluz de la provincia de Cádiz, España. Es una enclave costero, con una superficie de 87 km². Posee una población de 18.979 habitantes.
El municipio de Conil limita con la ciudad de Chiclana de la Frontera al norte y con Vejer de la Frontera al este y al sur. Al oeste limita con el Océano Atlántico.
El blanco caserío que hasta hace sólo unas pocas décadas albergara una población de agricultores y pescadores, con un turismo reducido pero constante, empieza a ser considerado ahora, a las puertas del nuevo milenio, uno de los enclaves de mayor interés para las inversiones turísticas de la costa gaditana.
El origen de esta localidad se remonta a la época de los fenicios, que en sus tiempos ya instalaron y explotaron la primera almadraba en Conil de la Frontera, un arte de pesca que aún perdura a día de hoy. Por sus tierras, además, han pasado cartagineses, romanos, visigodos, musulmanes, bizantinos, vándalos y cristianos, todos ellos dejando su firma en este lugar, dejando su sello, que en algunos casos se puede ver en nuestros días. La cercanía de la gran Gadir propició que crecieran numerosos núcleos urbanos en las cercanías.
La historia de estas tierras en las que hoy en día se asienta Conil de la Frontera comienza a escribirse con los asentamientos existentes en la prehistoria. Pero no fue hasta que llegaron los fenicios, unos 1.200 años antes de Cristo, cuando se fundó la ciudad de -Conil de la Frontera, tal y como la conocemos hoy en día. De los fenicios hay que destacar que fueron ellos los que iniciaron su andadura con las primeras almadrabas, y fueron ellos los que vieron en el atún rojo un motor para la economía local, el sustento de los ciudadanos. Tras los fenicios llegaron los cartagineses, que mantuvieron las infraestructuras y desarrollaron la pesca del atún, fabricando lugares para los salazones.
Después llegaron los romanos y la ciudad dio un paso de gigante, al convertirse en un punto de referencia de las travesías del Imperio Romano, ya que formó parte de la Vía Heráclea, que unía Málaga con Cádiz y llevaba al templo de Hércules en Santi Petri. El garum tuvo una buena parte de culpa, ya que se extraía aquí, y en Roma era uno de los platos exquisitos de los emperadores.
A principios de nuestra era, el Imperio Romano comenzó su declive, y en Conil cayó como en otros tantos sitios, situación que aprovecharon los vándalos, los visigodos o los bizantinos para saquear la ciudad.
En el 711 llegan los musulmanes a Conil de la Frontera, al igual que llegaron a otras ciudades del litoral. La colonización musulmana de Conil estuvo presente durante cinco siglos, en concreto hasta 1265, año de la Reconquista del municipio, y año en el que Conil recibe el apellido De la Frontera, al igual que otras localidades cercanas como Vejer, Chiclana, Arcos o Jerez, municipios que también están acompañados en su nombre por De la Frontera.
Alonso Pérez de Guzmán, por orden del Monarca Fernando IV fue el primero en regir la ciudad en estos nuevos tiempos que para ella nacían, se construyó la Torre de Guzmán para defender la localidad de posibles invasiones y Conil de la Frontera comenzó su andadura como municipio gaditano, con una economía basada en la pesca fundamentalmente, la pesca del atún rojo mediante almadrabas.
En 1456, el monarca Enrique IV visitó Conil al igual que lo hicieron sus antecesores Sancho IV, Fernando IV o Pedro I de Castilla visita la villa de Conil de la Frontera, la cual se estaba asentado a pasos agigantados. En el siglo XVI la ciudad tiene una pequeña crisis, la ocasionada por las luchas nobiliarias entre los Guzmanes y los Ponce de León, dos familias asentadas y poderosas, cuyas trifulcas se reflejaron de forma negativa en las almadrabas.
Tras siglos de disputas internas, enfermedades, peleas, y pequeñas crisis, en el Siglo XVII Conil de la Frontera se convirtió en el eje de la economía de la zona, ya que había pasado de 1.800 habitantes en el Siglo XVI a los 2.700 en el Siglo XVII, un incremento muy importante. Se convirtió en el municipio motor de la zona Atlántica de la provincia de Cádiz, hasta tal punto que cuando en el Siglo XVIII las almadrabas tuvieron una pequeña crisis, la localidad supo reciclarse hacia otros sectores como la agricultura y la ganadería, manteniendo de esta forma su nivel y su desarrollo, un desarrollo creciente pese a las disputas entre señoríos, entre clanes, que tuvo una de sus consecuencias en la creación del Síndico Personero en el Siglo XIX durante la invasión napoleónica. En el Siglo XVIII Conil contaba con casi 5.000 habitantes.
A principios del Siglo XX Conil de la Frontera era una localidad ya fuertemente asentada, y basaba su economía en la agricultura, en la pesca y en la ganadería. No obstante, Conil de la Frontera saludaba al nuevo siglo inmerso en una tensión sindical y obrera muy importante, una pequeña crisis así como las desigualdades sociales propiciaron a principios de este año tensiones y conflictos.
Con el paso de los años, concretamente en los años 60, Conil de la Frontera comienza a despuntar como destino turístico, eran pocas, pero cada vez mayores, las familias sevillanas que se acercaban a este punto de la costa a disfrutar de la playa y de la tranquilidad durante las temporadas estivales. A día de hoy, Conil de la Frontera es un referente en el turismo nacional e internacional, y su economía está más basada en el turismo que en la pesca o en la agricultura, una característica que comparte con otros municipios turísticos de la provincia de Cádiz, como Chiclana o Tarifa.
La ciudad de Conil de la Frontera, a día de hoy, presenta en sus calles rasgos musulmanes, rasgos típicos de pueblos andaluces, con casas blancas y bajas, un perfil que ha perdurado con el paso de los años, y de los siglos, desde que Sancho IV comenzara la repoblación castellana de Conil en 1288 a nuestros días.
Conil, a día de hoy, basa su economía en el sector servicios, en el turismo, si bien no hay que olvidar la importancia de otros sectores como la agricultura, la ganadería o la pesca, el 50% del suelo del municipio está destinado a cultivos y más de 500 familias viven de la pesca.
Monumentos de Conil / Qué ver y visitar
Murallas
El Baluarte
Casa Cárcel
Torre Roche
Casa de Arrafán
Puerta de la Villa
Torre del Puerco
Torre de Guzmán
Mesón del Duque
Torre de Castilnovo
Casas Consistoriales
Iglesia de Santa Catalina
Ermita del Espíritu Santo
Hospicio de la Misericordia
Casa del Conde de las Cinco Torres
Iglesia de Nuestra Señora de las Virtudes
Ermita – Capilla de Nuestro Padre Jesús Nazareno
Mercado de Arte (Antiguo Mercado de Abastos). Fue edificado en la década de 1950 y tras la construcción del nuevo Mercado de Abastos en el barrio de la Bodega, ha quedado sin uso.
Los diferentes «puestos» de exposición y venta, de pequeñas dimensiones, se sitúan en torno al patio central descubierto.
Mesón Ducal, La Tahona. Fue construido hacia 1580 por el Duque de Medina Sidonia, extramuros, en la calle Virgen nº 3, para dar alojamiento a los mercaderes que acudían a comprar atún a la almadraba y ha pertenecido a la Casa Ducal hasta 1875. A lo largo de su historia fue mesón, tienda de víveres, taberna, tahona o panadería y patio de vecinos.
Museo de Raices Conileñas. Fue creado en 1979 por la Asociación «Raices Conileñas» con el objetivo de conservar, proteger y difundir la historia, la cultura y las tradiciones de Conil de la Frontera. En el museo existe una buena colección de enseres domésticos, muebles, útiles de la mar y el campo, indumentarias, etc.
Cofradía de Pescadores. Construido en 1917 por la Sociedad Sindical de Obreros y Pescadores de Conil, como sede social. En 1919 la Sociedad se convirtió en Pósito Pescador y desde 1943 en cofradía. El salón del Pósito fue el centro indiscutible de la vida pescadora de Conil.
Hoy está integrado en la Casa del Mar que comprende diversas dependencias de la Cofradía de Pescadores de Conil y del Instituto Social de la Marina. El salón del antiguo Pósito es propiedad compartida de ambas y se usa como salón de actos.
Barrio de pescadores del Espíritu Santo. Configurado como un laberinto de calles estrechas y zigzagueantes callejuelas. Aquí, las viviendas han desalojado los servicios comunes, que ahora se sitúan en el interior de las casas, quedando sólo en uso, algunos pozos del primitivo carácter colectivo.
Mirador «El Jabiguero». Obra realizada por el escultor Antonio Aparicio Mota. La escultura en bronce representa la imagen de un pescador «jabiguero» con la indumentaria propia de la época de mediados del siglo XX.
Mercado de Abastos nuevo. Edificio de arquitectura contemporánea (1995-2002) realizado por Ángel Rafael Otero, Prado Romaní y Manuel Narváez.
Puerto pesquero de Cabo Roche y La Lonja. El Puerto de Cabo Roche acoge en la actualidad a una flota pesquera de unos 65 buques pesqueros operativos dedicados a diversas modalidades artesanales, una almadraba y un número creciente de botes deportivos. La subasta de pescado se realiza a las 12.00 h. y a las 17.00 h.
Gracias a la construcción de las obras de abrigo del puerto y la nave de la Lonja en los años 80, el sector de la pesca ha desarrollado una notable evolución.
Marcaciones Almadraba. Se trata de marcaciones costeras que sirvieron de referencia para calar el cuadro de la Almadraba de Conil en su sitio. Con los actuales medios técnicos (GPS) han perdido su uso.
En Conil se conservan 5 de estas marcaciones, dos junto a la Torre de Castilnovo, una en la misma población (mirador de la Atalaya) y otras dos en Cabo Roche.
Gastronomía de Conil de la Frontera
Pueblo marinero por excelencia, pero donde la agricultura juega un papel importante, ha desarrollado una gastronomía propia de sus productos, donde partiendo de una materia de primera calidad se preparan unos suculentos platos a la vez que fáciles en su elaboración.
Si partimos del campo, encontramos guisos tradicionales como: berzas, arroz con cardillos, alcahuciles con chícharos, pucheros, papas aliñás, tagarninas, etc.
De la matanza del cerdo, sus morcillas, longanizas, chicharrones, manteca colorá, lomo mechado y el guiso propio de la matanza o guiso de cochino.
Y si navegamos con los productos de la pesca, platos elaborados con antiquísimas recetas, como urta al horno, atún encebollado y mechado, cazón en adobo o en tomate, calamares rellenos o chocos con papas, fritos o a la plancha, entre otros. No podemos olvidar las salazones propias del atún: atún de ahijá en aceite, mojama y la hueva curada.
En repostería, nada mejor que unos rosquetes y bizcochos de Semana Santa, pestiños y tortas de aceite en Navidad. Platos exquisitos para el paladar más exigente.
Artesanía
Conil tiene una importante tradición artesanal en el trabajo de materias primas vegetales como la palma, que se utilizó junto con el mimbre y la caña en la elaboración de todo tipo de utensilios. Con gran precisión y esfuerzo se consigue la producción de hermosos cestos, amplios canastos, prácticos capachos, espaciosos serones, singulares escobas y otros tantos objetos de ayer, de hoy y de siempre. Los trabajos en barro so el mayor exponente de la artesanía local, lo que convierte a Conil en uno de los más importantes núcleos de la alfarería gaditana. Se mezclan dos arcillas para el modelado, una de ellas blanca y la otra de tierra negra. Los artesanos locales se han especializado en las típicas macetas y objetos cotidianos para las labores domésticas.
Playas de Conil de la Frontera
Uno de los mayores atractivos de Conil son, sin duda, sus hermosas playas. De aguas cristalinas y fina arena, se extienden a lo lardo de catorce kilómetros de litoral. En ellas se practica todo tipo de deportes acuáticos. Destacan las de Castilnovo, Bateles, La Fontanilla, Roqueo, Fuente del Gallo o la del Puerco, así como las encantadoras calas del Aceite, la Encendida, la del Tío Juan de Medina, la del Pato, la del Frailecillo o la del Melchor. La perfecta armonía entre las playas y los extensos pinares que pueblan el término, hacen de Conil un lugar ideal para pasar nuestro tiempo libre en cualquier época del año.
Fuentes y Manantiales de Conil de la Frontera
- Fuente Vieja
- Fuente Nueva
- Fuente la Atalaya
- Pozo del Cortijo del Prado
Rutas
Visita Turística
Rutas Rurales en bicicleta
Torres
Iglesias
Pinares
Calles típicas
Subastas de pescado
Cómo llegar a Conil de la Frontera
El principal acceso de comunicación, la nueva autovía A-48 (Chiclana-Conil), que llega hasta la misma localidad, y enlaza a través de la autovía que pasa por Puerto Real con la autopista que viene de Sevilla o la autovía que llega desde Cádiz capital.
Conil se encuentra a 42 kilómetros de Cádiz, 54 kilómetros de Jerez de la Frontera, donde se encuentra el aeropuerto más cercano, a 140 kilómetros de Sevilla (aeropuerto), y a 200 kilómetros de Málaga, a la que tiene acceso desde la autovía Jerez-Los Barrios o a través de la Nacional IV.
Distancias
Cádiz 43 km
Barbate 24 km
Sevilla 146 km
Medina Sidonia 37 km
Vejer de la Frontera 16 km
Chiclana de la Frontera 19 km
Plaza de España
Antiguamente a este lugar se le denominaba La Plazuela. A finales del Siglo XVIII empezó a tener más relevancia que la Plaza Mayor de Santa Catalina, debido al crecimiento de la población y a la construcción de nuevas casas por parte de la burguesía, lo que hizo que se convirtiera en el verdadero centro neurálgico de la población y el lugar de celebración de todos los eventos y actos públicos.
Después de las Cortes de Cádiz se le rotuló el nombre de Plaza de la Constitución, luego recibió el nombre de Alfonso XIII y después el de Plaza de España.
La Historia del Mar en Conil
Conil es un pequeño pueblo del litoral suratlántico de la provincia de Cádiz, situado en las inmediaciones de estrecho de Gibraltar, en el extremo sur de Europa.
Una tierra mítica entre dos mares y dos continentes, lugar de paso y de asentamiento de numerosas culturas a lo largo del tiempo.
El desarrollo y configuración del poblamiento medieval de Conil se origina en el s. XVI por la riqueza que generaba la pesca del atún, verdadera Edad de Oro de las almadrabas.
Las posibilidades económicas para el pueblo estaban centradas en la pesca del atún, favorecidas por su situación en la embocadura del Estrecho y la topografía marina (buenos fondos para calar la almadraba), sin olvidar el río (puerto natural), sus pequeñas marismas (aptas para albergar salinas), la geología (cantil rocoso) o el clima.
La Almadraba
La Almadraba es un arte de pesca milenario que actualmente consiste en instalar un laberinto de redes, normalmente cerca de la costa, para capturar los atunes que pasan por el Estrecho de Gibraltar en su emigración desde el Círculo Polar Ártico hasta el Mediterráneo.
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