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Pueblos de Sevilla

El Castillo de las Guardas

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El Castillo de las Guardas

El municipio de El Castillo de las Guardas se enclava en el extremo noroeste de la provincia de Sevilla, en las primeras estribaciones de la Sierra Norte. Limita con los municipios vecinos de El Garrobo, El Madroño, Zufre y El Ronquillo.

Muy relacionado se encuentra este municipio con las zonas de El Andévalo y la Sierra Onubense, al situarse en el camino que comunica la capital hispalense con estas zonas, muy ligadas tradicionalmente a la provincia de Sevilla, dada la cercanía y facilidad de acceso a la misma, especialmente si se compara con la tradicional desconexión de esta zona con la capital hispalense.

La población del municipio se distribuye entre catorce entidades de población, trece aldeas más la villa de El Castillo. Estas aldeas son: La Alcornocosa, el Alisar, Archidona, Arroyo de la Plata, la Aulaga, las Cañadillas, el Cañuelo, las Cortecillas, Minas del Castillo de las Guardas, el Pedrosillo, el Peralejo, Peroamigo y Valdeflores. De todas ellas destacan por su tamaño, Arroyo de la Plata y Minas del Castillo de las Guardas, con más de 200 y 160 viviendas, respectivamente.

Los abundantes restos encontrados ponen de manifiesto que estas tierras han estado habitadas desde la Prehistoria. De este periodo se conocen el túmulo descubierto en Las Lapas y las sepulturas dolménicas del Cerro de Antonio Abad.

Del periodo romano se han encontrado abundantes monedas en los alrededores del pueblo, concretamente de la época del emperador Trajano.

Durante el periodo de Al-Andalus fue llamada Al-Muniat. Se restauraron las fortificaciones militares de los romanos, la población se hizo famosa por sus defensas y ganó una gran importancia en comparación con las alquerías de la provincia. En esta época tuvo mezquita, cementerio y otras instalaciones que sólo tenían las ciudades importantes.

La conquista cristiana fue llevada a cabo por Fernando III.

Adquiere jurisdicción propia en el año 1621.

En 1647 Carlos III le concede el titulo de Villa.

Su castillo, que da nombre a la villa, fue casi destruido por las tropas napoleónicas durante la guerra de la Independencia.

Monumentos

Restos de la Muralla del Castillo
Dólmenes
Megalito
Plaza de Toros
Fuente Abrevadero
Iglesia de San Juan Bautista

Gastronomía de El Castillo de las Guardas

Destaca en la gastronomía de El Castillo de las Guardas la carne de caza y del cerdo ibérico. Entre sus platos podemos mencionar la gandinga realizada con asaduras, pan y especias, olla de la matanza y sus calderetas de jabalí y venado.

En lo que se refiere a su repostería, cabe mencionar el piñonate y la torta de chicharrones, así como las rosas, roscas, pestiños, etc.

Cómo llegar a El Castillo de las Guardas

Salida de Sevilla  por la carretera local. Tramo enlace durante 1,8 Km hacia todas direcciones/ Mérida/ Córdoba/ Aeropuerto. Sigue por la A-66/SE-30/E-803 durante 2,4 Km hacia Mérida/ Portugal. Continúa por la A-66/E-803 durante 26,7 Km. Sigue por la N-630/E-803 durante 1,8 Km. Continúa por la N-433 durante 18,0 Km. Sigue por la A-476 durante 1,8 Km. Continúa por la SE-530 durante 807 m hasta El Castillo de las Guardas.

Distancias

Sevilla 56 km
Nerva 24 km
Huelva 98 km
Guillena 42 km
Badajoz 177 km
Minas de Riotinto 29 km

Fuentes y Manantiales de El Castillo de las Guardas

  • Pilar Baldío
  • Fuente Confite
  • Fuente de la Florita
  • Fuente del Socavón
  • Fuente de la Umbría
  • Manantial de las Mimbres
  • Manantial de Villa Emilia
  • Fuente de la Aldea de las Cañadillas
  • Fuente de El Castillo de las Guardas
  • Manantial de la Finca del Rinconcillo

Senderos

Sendero El Castillo de las Guardas

Sendero Los Callejones

Longitud: 7,3 km
Trayecto: Circular
Duración: 2 horas / 30 min.
Sombra: Escasa
Permisos: No
Dificultad: Media

Ubicación y Patrimonio: El Castillo de las Guardas está situado en la zona noroeste de la provincia de Sevilla, enclavado en un área montañosa que se corresponde con las últimas estribaciones de Sierra Morena (Sierra de Aracena) en su descenso hacia el Valle del Guadalquivir. Este aspecto hace del municipio un lugar singular y de especial belleza.

Elemento singular y destacable de este municipio es el castillo-fortaleza, al que debe su nombre y la disposición de su trama urbana. Este castillo data de la Edad Media, aunque actualmente sólo se conservan algunos restos. Siguiendo con su patrimonio arquitectónico, cabe destacar la Iglesia de San Juan Bautista de estilo Mudéjar, levantada sobre una antigua mezquita y cementerio árabe (S. XIII-XIV. Por último destacar la Plaza de Toros del siglo XIX, así como la fuente abrevadero típica de la zona.

Por último destacar que el municipio cuenta con una Reserva Natural, muy atractiva turísticamente, y que enriquece el patrimonio del mismo.

Paisaje: El paisaje del que podemos disfrutar, en general uniforme, está formado por cerros y lomas que se suceden constantemente. Nuestro caminar comienza en la C/ Román García, al lado del antiguo matadero, de ahí subiremos al cerro de las Ánimas, donde tomaremos el camino de Cañadas Altas.

Desde este punto comenzaremos a disfrutar de uno de los enclaves más característicos de esta zona: la Dehesa, donde los antiguos bosques mediterráneos han dado lugar a esta forma de paisaje. Seguiremos por el camino de las Cañadillas hasta llegar la cruce de los Cuatro Callejones, desde aquí comenzará el regreso a El Castillo de las Guardas a través del camino del Majadal. A lo largo del recorrido disfrutaremos de los callejones de paredes de piedra seca que caracterizan a la zona de manera singular, y que nos llevan a disfrutar de un lugar de sombra y frescor que nos hace más llevadero nuestro paseo por el sendero.

Flora y fauna: La vegetación de este sendero tiene como principal protagonista la encina (Quercus ilex), acompañada de manchas de matorral compuestas por retama (Retama spp.), aulagas (Ulex spp.), palmitos (Chamaerops humilis), lavandas (lavandula spp.) y jaras (Cistus spp.).

A lo largo del recorrido podremos disfrutar de la fauna de la zona, asociada tanto a la actividad económica como a la vegetación existente. En lo referente a la ganadería destaca la de tipo equino y ovino. Por su parte, dentro de la fauna silvestre sobresalen, dentro de las aves, el ruiseñor (Luscinia megarhynchos) y el herrerillo común (Cyanistes caeruleus), así como rapaces como el águila calzada (Cyanistes caeruleus), así como rapaces como el águila calzada (Hieraetus pennatus), el milano negro (Milvus migrans) y el cernícalo primilla (Falco naumanni). El grupo de los mamíferos lo componen el zorro (Vulpes vulpes) y la gineta (Genetta genetta), entre otros.

Entre los grandes herbívoros se encuentra el ciervo (Cervus elaphus), el cual constituye junto con el jabalí (Sus scrofa), las principales piezas de caza mayor. Dentro de los roedores podemos ver el ratón de campo (Apodemus sylvaticus), el conejo (Oryctolagus cuniculus) o la liebre (Lepus europaeus).

Sendero Las Cañadillas

Longitud: 12,20 km
Trayecto: Circular
Duración: 4 horas
Sombra: Escasa
Permisos: No
Dificultad: Media

Paisaje: En el tramo inicial de nuestro recorrido, que comienza en la pedanía Arroyo de la Plata, y discurre entre paredes de piedra seca, se puede disfrutar de su recorrido por fincas adehesadas, hasta llegar a la Rivera del Guadiamar, donde la vegetación riparia cobra protagonismo, entremezclándose juncos (Scirpus lacustris), adelfas (Nerium oleander), olivillas (Teucrium fruticans) y zarzas (Robus ulmifolius), con ejemplares de fresnos (Fraxinus spp) y chopos (Populus spp).

Tras abandonar la ribera, llegamos a la población del Castillo de las Guardas, para continuar entre encinares adehesados salpicados de retamas (Retama spp), aulagas (ulex spp), palmitos (Chamaerops humilis) y lavandas (Lavandula spp), con la presencia de manchas de distintas especies de jaras (Cistus spp), coincidiendo en este tramo con el PR-A 320, en dirección a la pintoresca aldea de Las Cañadillas. Ya en el último tramo del recorrido, llegamos de nuevo a aguas del Guadiamar, en un esplendoroso entorno, desde el que podemos observar las ruinas de un antiguo molino de agua.

Fauna: A lo largo de todo el recorrido, podremos disfrutar de bellas aves surcando los cielos, rapaces como el Águila calzada (Hieraetus pennatus), Milano negro (Milvus migrans) y el Cernícalo primilla (Falco naumanni) pueden ser avistadas. En la Rivera del Guadiamar contaremos con la presencia de aves acuáticas como, la majestuosa Garza real (Ardea cinérea), el Ánade real (Anas platyrhynchos), Garcetas (Egretta garzetta) y numerosas cigüeñas (Ciconia ciconia) de las que veremos a lo largo de este recorrido.

Compartiéremos así mismo, nuestro caminar con los hermosos colores y cantos de pequeñas aves, como el del ruiseñor (Luscinia megarhychos) y el herrerillo común (Cyanister caeruleus), uno de los pájaros de mayor colorido de Europa, de librea inconfundible. Y quizás, si nos atrevemos a hacer el sendero a la luz del crepúsculo, podremos observar mamíferos como ginetas (Genetta genetta), zorros (Vulpes vulpes) y los jabalís (Sus scrofa).

Sendero Circular del Guadiamar PR-A 392

Longitud: 12,2 km
Trayecto: Circular
Horario: 5 horas
Sombra: escasa
Altura máxima: 381 m
Altura mínima: 240 m

El sendero tiene un trazado circular con un total de 12,2 km, que discurre entre tres núcleos poblacionales, del término municipal de El Castillo de las Guardas.

Comienza en la pedanía Arroyo de la Plata, en esta Plaza del Ventorrillo, y continúa por un camino que discurre entre paredes de piedra seca de fincas adehesadas, en dirección al núcleo urbano de El Castillo de las Guardas.

Proseguimos por este camino hasta la Rivera del Guadiamar, que nos acompaña durante esta parte del recorrido, rodeados por un magnífico paisaje, donde además de la vegetación típica, en la que se entremezclan juncos, adelfas y zarzas con ejemplares de fresnos y chopos, contaremos con la presencia de aves acuáticas como la garcilla y la majestuosa Garza real y así como numerosas cigüeñas que anidan en este entorno.

Abandonamos el cauce del Guadiamar para subir hasta la población de El Castillo de las Guardas, pasando por las proximidades del campo santo, para continuar nuevamente, entre encinares adehesados salpicados de retamas, aulagas, palmitos y lavandas, con la presencia de manchas de distintas especies de jaras.

El trazado de nuestro sendero prosigue por agradables lomas, en las que el paisaje gana en profundidad, por lo que se tornan ideales para hacer un alto y contemplar la serenidad del entorno.

Continuamos nuestro recorrido en dirección a la pintoresca pedanía de Las Cañadillas compartiendo nuestro caminar con el canto de pequeñas aves como el del ruiseñor, que anida en los cauces de los numerosos arroyuelos por los que atravesamos.

Cruzamos por completo Las Cañadillas, para continuar hacia Arroyo de la Plata, ya en el último tramo del recorrido, volvemos a atravesar las aguas del Guadiamar en un esplendoroso paraje desde el que podemos observar las ruinas de un antiguo molino de Agua.

Fuente: Ayto. de El Castillo de las Guardas / Diputación de Sevilla.


Un comentario

  1. Fares de Carlos escribio:

    Me gustaría saber las precipitaciones anuales de la zona.
    Atte Fares de Carlos

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