Pueblos de Granada
Guadix
Guadix, Hoya de Guadix, Granada
Guadix se encuentra situado en el declive norte de Sierra Nevada, en la denominada Hoya de Guadix, en el paso natural desde Levante a Andalucía. Ciudad monumental, de las principales de la provincia de Granada y de las más antiguas de toda la Península Ibérica, que conserva un rico y extenso patrimonio histórico-artístico. Destaca tanto la arquitectura religiosa como civil con importantes ejemplos.
Estamos en uno de los asentamientos humanos más antiguos de España. La Prehistoria, tanto en la edad de piedra como en la de los metales, nos ofrece abundantes testimonios de una demografía no escasa y una capacidad de transformación de la realidad muy adecuada a las características que entonces poseía la zona; similares a las actuales, excepto en lo que se refiere al bosque y a la caza, entonces mucho más abundantes.
Al ser un enclave importante de la ruta de comunicación natural entre las zonas levantina y bética, su entrada en la historia viene determinada por su condición de cruce de caminos y, por tanto, de civilizaciones, cultura, religiones, comercio…, y todo el largo etcétera de la actividad humana más completa.
Los romanos establecen un nudo de comunicaciones entre las calzadas que enriquecen la llamada Vía Augusta y será Julio Cesar quien en el 45 a. de C la eleve al rango de colonia llamándole Julia Gemela Acci, para asentar a los legionarios eméritos de la Legio Secunda y Prima Vernacula a fin de que este contingente militar, exclusivamente masculino, tomara esposas entre la población indígena y se constituyera en una Colonia romana propiamente dicha. Con el tiempo, la colonia llegó a tener ceca propia acuñando monedas de diversos valores que hoy encontramos distribuidas por todo el antiguo imperio y gran parte de sus fronteras mediterráneas de entonces, y que actualmente enriquecen las vitrinas numismáticas de los museos arqueológicos más importantes: Roma, Jerusalén, Mérida, Arles, Carbona…
La encrucijada del campamento romano, en su Cardus y en su Decumanus, admirablemente adaptados a la colina principal de la ciudad, se sitúa en el entorno del actual templo cardenalicio y plaza del Ayuntamiento. Como en tantas otras urbes, las sucesivas culturas no han emigrado de un primitivo y único asentamiento, como atestiguan tanto la rica arqueología como la importante epigrafía.
En el periodo visigodo, el carácter episcopal de la ciudad la hace brillar con luz propia tanto en los concilios toledanos como en las decisiones más importantes de la corona hispánica. Por decirlo de alguna manera, el Toledo de los Godos tiene su sucursal accitana en el sureste español. Nuestra zona tendrá su representante regio en la persona del obispo.
Le viene de lejos a la mitra accitana semejante dignidad: ya en el año 304, hace ahora justamente 1.800 años, el obispo de Guadix, Félix, preside el Concilio de Iliberis, sin duda el más importante de la España romana y una de las fuentes históricas esenciales para la interpretación de la vida de la ciudad en el periodo tardo imperial. La tradición referida a san Torcuato y los 7 varones apostólicos, como primeros evangelizadores de la península, está muy arraigada.
En el periodo musulmán, aquí tan largo y fecundo, se atraviesan siglos numerosos con desigual fortuna para la ciudad, que alterna periodos de esplendor con no escasas decadencias, bien por guerras o por epidemias y sequías. Con todo sería injusto olvidar la importancia militar que le concederá Abderramán III en el s X, o las figuras literarias, éticas y filosóficas de Abentofail y la poetisa Hansa.
Las guerras civiles del reino musulmán en las últimas fases de la dinastía Nazarí harán de Guadix la capital del efímero reino musulmán encabezado por la mítica figura de El Zagal, que aliado alternativo de sus correligionarios o de los castellanos, terminará víctima de los rencores y venganzas tanto propios como ajenos, propiciando la fácil llegada de los castellanos con los Reyes Católicos y el Cardenal Mendoza a la cabeza.
El bien llamado entonces tercer rey de España, el Arzobispo de Toledo, Rodrigo González de Mendoza, es una de las figuras claves de la historia de Guadix a partir de 1487. A él se debe la configuración de la ciudad como un enclave episcopal y como sede del Corregimiento más extenso de la corona de Castilla, no en balde sus finanzas, el poder de la casa del Infantado y la mitra toledana juntas, propician las concesiones regias del marquesado del Cenete para D. Rodrigo de Vivar y Mendoza y la conversión de la Mezquita mayor en sede catedralicia.
El conflicto de religiones y culturas que se produce en la reconquista durará prácticamente un siglo pues desde 1570, ya en tiempos de Felipe II, se ordena la evacuación de los vencidos moriscos desde el reino de Granada hasta zonas levantinas, manchegas y extremeñas.
Esta medida tendente a solucionar la crisis de la llamada Rebelión de las Alpujarras hizo desaparecer de nuestro entorno a gran parte de la población ancestralmente autóctona, teniendo a nuestra ciudad como el principal núcleo de reparto de una terrible deportación masiva que, además, hundiría para siempre nuestra más próspera industria: la seda.
El Sínodo del obispo don Martín Pérez de Ayala nos ha dejado un retrato espléndido de aquel Guadix del siglo XVI, que poseía toda una orgánica estructura eclesial para una población completamente islamizada. El choque fue tan inevitable como desdichado.
La expulsión de 1570 fue seguida de un periodo subversivo y clandestino de retorno de una pequeña parte de los exiliados que, situados en el entorno urbano, excaban sus viviendas en la arcilla, dando lugar al nacimiento de las CUEVAS como hábitat comunitario organizado, si bien estas eran anteriores como solución agropecuaria no urbana.
La dinastía Austria concede a Guadix los privilegios propios de una ciudad del antiguo régimen , pero castigando severamente en contrapartida, tanto su economía por la exención de impuestos como a su juventud por la necesidad de mantener en Europa un prestigio dinástico lleno de inmensos esfuerzos militares.
El periodo borbónico no podría ser llamado entre nosotros Siglo de las Luces, pues a la oscuridad inicial las nuevas militarizaciones juveniles para la guerra de Sucesión, que hace clamar a los habitantes de Guadix para hacer saber a la corona que “ ya no queda en esta tierra quien pueda cosechar”, se une el hecho de que el reinado de Carlos III termina con una de las instituciones culturales y académicas más prestigiosas de la historia accitana, cual es el colegio de S. Torcuato de la Compañía de Jesús, dejando en exclusiva al seminario diocesano las posibilidades pedagógicas de la época. Los Borbones, eso sí, dotarán mejor a las obras del templo catedralicio, que se va concluyendo antes de la llegada napoleónica.
La francesada supone una catástrofe de consecuencias definitivas para la ciudad, que inicia un periodo de decadencia que dura todo el siglo XIX lleno de guerras, epidemias y desastres sociopolíticos, paralelos a los que se viven en el resto de España. La inexistente revolución industrial configura un altísimo índice de mortalidad infantil y unas condiciones de práctica esclavitud laboral para la mayoría.
Como el siglo XIX de España acaba en 1936, el enfrentamiento civil será consecuencia, evitable inicialmente, pero insuperable después, tanto de unas injusticias ancestrales como de unos ánimos revolucionarios, no exentos de grandes demagogias. Para los hijos de esta tierra y también para su patrimonio cultural y artístico, la guerra fue, junto a la desamortización y la francesada, una catástrofe de consecuencias insuperables.
Monumentos de Guadix
Iglesia de Fátima
Alcazaba de Guadix
Iglesia de Santa Ana
Iglesia de San Miguel
Iglesia de la Magdalena
Iglesia de San Torcuato
Ermita de San Sebastián
Iglesia de Santo Domingo
Iglesia de la Ermita Nueva
Teatro Romano de Guadix
Catedral de la Encarnación
Convento de la Concepción
Ermita de San Antonio Abad
Convento de la Divina Infantita
Iglesia y Convento de San Diego
Iglesia y Monasterio de Santiago
Antiguo Convento de San Agustín
Iglesia y Convento de San Francisco
Ermita de las Cuevas Nuestra Señora de Gracia
Ermita de las Cuevas Nuestra Señora de Fátima
Hospital Civil
Palacio Episcopal
Palacio Municipal
Palacio de Peñaflor
Palacio de Villalegre
Puerta de San Torcuato
Plaza Mayor
Ayuntamiento
Plaza del Álamo
Arco de la Imagen
Arco de los Obispos
Plaza de las Palomas
Plaza del Conde Luque
Cuevas-vivienda
Museos
Museo Catedralicio de Guadix.
Plaza de los Corregidores
Esta plaza, es una de las más felices creaciones urbanas del antiguo Guadix, aunque la configuración regular que ahora presenta, completamente porticada, es fruto de una remodelación historicista de mediados del siglo XX. En época islámica ocupaban este espacio numerosas tiendas, talleres y almacenes, en el entorno de la llamada Puerta Alta de Baza, una de las principales de la ciudad. Por el costado septentrional y oriental corría la muralla medieval, de la que han aparecido recientemente algunos restos junto a otros romanos que nos hablan del peso histórico de esta zona.
En el siglo XVI se convierte en centro político y festivo, al modo de las plazas mayores castellanas, levantando en ella o en sus inmediaciones el Ayuntamiento, Corregimiento, Cárcel, Carnicerías, Matadero, Pescadería y Alhóndiga, diversas tiendas y negocios y la picota para ajusticiamientos públicos. Aunque las primeras tiendas ya tuvieron soportales delante, la configuración monumental fue iniciada en tiempos de Carlos V. Entonces se hicieron parte de las arcadas que ahora ocupan el lateral norte, con los elegantes escudos del Emperador Carlos y los emblemas de los Reyes Católicos que vienen a ser los mismos de Guadix, copiándose posteriormente en las arcadas modernas.
El Ayuntamiento actual ostenta, reconstruida, la airosa balconada que hasta los años 40 estuvo justo enfrente y perteneció al Corregimiento, con los escudos Real, de Guadix y del Corregidor, e inscripción institucional y fecha de 1606.
Oficina de Turismo (Plaza de los Corregidores)
Un espacio expositivo único, singular, genuino, pensado para mostrar la imagen real de una ciudad moderna que cuenta su historia y la de quienes la poblaron desde hace más de 2000 años. Siglos y siglos de cultura, civilización y monumentalidad tan dignos de orgullo como de admiración, adaptados para ser enseñados como un argumento eficiente de futuro sostenible del Guadix actual.
Restos de edificaciones de la colonia romana desde su fundación en el año 45 a.C., la Julia Gemella Acci, y de la posterior Wadi As del Reino Nazarí de Granada, se muestran hoy en conjunción con un espacio moderno creado para el deleite de sus visitantes.
Cerámica ibérica, fragmentos de edificios públicos romanos, cerámica musulmana, manuscritos, imágenes, ofrecen un recorrido por la historia de la ciudad.
En este edificio, además, se encuentra instalada la Oficina de Turismo de Guadix. Lugar, por tanto, de referencia y punto de partida para todo aquel que se acerque a visitarnos.
Gastronomía y Artesanía de Guadix
La gastronomía tradicional de Guadix es rica tanto en variedad como en calidad y es fruto de las diferentes culturas que se han asentado en la zona a lo largo de su historia. Destaca la gran tradición dulcera, nacida de la cocina andalusí y recreada en los conventos de monjas.
La cocina accitana está basada en los productos derivados del cerdo, como la olla o el potaje. A destacar también los embutidos caseros, jamones curados y el vino de la tierra. Como platos típicos se pueden citar las migas, los andrajos, las gachas, los pestiños y muchos más. Otros platos de la comarca son: las gachas, elaboradas con harina de maíz y sopa de pimientos rojos, acompañadas de tocino y chorizo, las talbinas, realizadas con harina de trigo y agua y que se sirven con trozos de pan frito, miel de caña o azúcar al gusto; los sustentos, preparados de harina de maíz con trozos de patata, chorizo, tocino y morcilla y las migas de pan.
También son platos típicos de esta comarca el pimentón con sardinas -una sopa de pimentón elaborada con pimientos secos rojos, pimientos verdes asados, cebolla, aceite de oliva y caldo de pescado acompañada de patatas y sardinas- y la Olla de San Antón, compuesta de patas de cerdo cocidas con pimientos rojos secos y presentadas con salsa de almendras y jamón.
La cerámica es el producto artesanal más extendido y con una tradición milenaria en la comarca de Guadix y El Marquesado. En Guadix, gracias a su suelo se elabora una cerámica muy característica, con formas autóctonas como el cántaro, la jarra accitana o el torico de Guadix. Otros productos artesanales de esta zona son: el esparto, la pleita -tira o faja muy flexible de esparto trenzado o de pita, apropiada para trabajos de cestería o sombrerería-, la sillería, el mimbre y la forja.
Fiestas y tradiciones
Declarada de Interés Turístico Nacional, las fiestas del «Cascamorras» se celebran cada año en las localidades granadinas de Guadix (el 9 de septiembre) y Baza (el 6 de septiembre).
Según la tradición, en 1490 se inician las obras de la iglesia de la Merced en un arrabal de Baza. Juan Pedernal, uno de los obreros, oyó que de una oquedad de la primitiva ermita mozárabe salía un dulce grito: «Ten piedad». Había encontrado la talla de una Virgen que recibió el nombre de Nuestra Señora de la Piedad. El obrero se enfrentó a sus compañeros para disputarse la posesión de la talla. Intervino la autoridad con una solución salomónica: la Virgen permanecería en Baza pero concedía derecho a celebrar la festividad de la Virgen de la Piedad a los habitantes de Guadix. Se llegó a un acuerdo: si un accitano conseguía entrar en Baza y llegar a la Iglesia de la Merced sin ser manchado, podría recuperar la Virgen para Guadix. Y cada año, una figura emblemática, el «Cascamorras», con aspecto de arlequín o bufón, acomete tal empresa.
Como arma de defensa, lleva consigo la «porra», un palo de madera de cuyo extremo prende una cuerda a la que se ata una vejiga de cuero. A través de las estrechas y empinadas calles, arranca la comitiva que lo acompaña o lo esquiva. Para aliviar la temperatura, la comitiva recibe agua y pintura multicolor del público o se detiene a beber la fresca agua que brota de las numerosas fuentes y caños que existen entre las dos ciudades.
La Semana Santa cobra especial importancia por la seriedad y recogimiento de las procesiones.
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Cómo llegar a Guadix
Salir de Granada. En la rotonda, tomar la salida 2 Continuar en: E-902 / A-44 en dirección: Armilla – Motril. Pasar cerca de Maracena y Peligros. Seguir dirección: Almería – Murcia. En los alrededores de Albolote, continuar en: A-92. Pasar cerca de Lopera. Tomar la salida en dirección: Salida 288 – Purullena – Cortes y Graena – Beas – Ciudad Troglodita – Cerámica Artística – Paisaje Pintoresco. Seguir dirección Purullena. Atravesar Purullena. Continuar hasta Guadix.
Distancias
Darro 18 km
Lopera 12 km
Esfiliana 5 km
Purullena 6 km
Granada 53 km
Hernán Valle 11 km
Beas de Guadix 11 km
Cortes y Graena 9,5 km
Belerda de Guadix 17 km
Alcudia de Guadix 6,5 km
Benalúa de Guadix 7,5 km
Hernán-Valle
Fuentes y Manantiales de Guadix
- El Pilarillo
- Fuente Nueva
- Fuente de la Reja
- Caño de Santiago
- Caño de San Antón
- Caño de Santa Ana
- Galería de Sobrina
- Lavadero de Hernán Valle
- Nacimiento de San Torcuato
Caño de Santa Ana
Caño de San Antón
Caño de Santiago
Caño del Hospital
Lavadero de Hernán Valle
Ruta Guadix Monumental
Guadix, la llamada Colonia llulia Gemella Acci por los romanos y Wadi-As por los árabes, posee un conjunto monumental y urbano de enorme sugestión y belleza, en el que la arquitectura culta y la popular rivalizan en un soberbio discurso de contrastes seculares. Así podemos admirar, frente a frente y como representantes señeras institucionales, la plaza porticada de la Constitución, presidida por el airoso balcón del Ayuntamiento, y la impresionante Catedral, con su perfecta integración de estilos artísticos. Junto a ellos, numerosas casonas y palacios, con portadas blasonadas y torres esquineras con galerías de ladrillo, nos descubren un Guadix señorial; aristocrático y culto. El notable conjunto de iglesias y conventos nos remite a la tradición mudéjar, que dejó aquí muestras sorprendentes como la parroquial de Santiago, con su caprichosa portada, o como las antiguas conventuales de Santo Domingo y San Francisco, con espléndidas armaduras policromadas.
Remontándonos en el tiempo y como testimonio eminente de su pasado islámico, en el punto más elevado de la población, descuella la imponente mole de su Alcazaba medieval. Aparte, su menudo caserío muestra herencias urbanas que se remontan a los tiempos de la conquista, siendo fiel exponente cultural de viejas tradiciones el famoso Barrio de las Cuevas, el mayor enclave trogladítico conservado en Europa. Desde los estratégicos miradores de la Magdalena y del Cerro de la Bala, podremos tomar plena conciencia de lo excepcional de esta población y de su entorno, y paseando por sus calles encontraremos otras huellas de su pasado histórico. Así, el antiguo Pósito, Lonja y Hospital Real; los arcos de la imagen y de Mensalíes; la puerta de San Torcuato; la torre del Ferro, ermitas y fuentes. Museos de arte culto y de costumbres populares y otros vestigios, que se remontan hasta la prehistoria y la época romana, nos permitirán conocer un Guadix lleno de contrastes de plácidos rincones pintorescos y de espléndidas perspectivas urbanas.
Sendero «Verea» de trancamulas» Bácor-Olivar
Esta ruta recupera el trazado de la «Verea» de Trancamulas, un camino tradicional que permitía a los ganados de Bácor aprovechar los pastos de el Monte Pajarillo y facilitaba el transporte del esparto y las plantas aromáticas que se recogían en las cárcavas del Arroyo Baúl y Rambla de Balata hasta la casa forestal del Monte Pajarillo, donde eran almacenados antes de enviarlas a las fábricas.
Esta ruta recorre uno de los paisajes más accidentados de la depresión de Guadix-Baza, con una intrincada red de cárcavas y cañones que llegan a superar los 300 metros de profundidad. Más de 200.000 años de erosión han dejado al descubierto una complicada estructura geológica en la que afloran terrenos formados durante los últimos 250 millones de años.
Sin embargo, el principal atractivo de esta zona es el extraordinario estado de conservación de su cubierta vegetal, que nos proporciona un testimonio muy valioso de los paisajes que cubrieron antes todo el territorio de la Hoya de Guadix. Entre las formaciones vegetales del área destaca un pinar de pinos carrascos, que deja paso en los llanos más altos a un encinar y, al internarnos en las cárcavas, a un semidesierto salpicado de oasis de vegetación de ribera en el fondo de los valles.
El recorrido es prácticamente circular, recomendando el ascenso por el Arroyo del Baúl y el descenso por la Rambla del Chopo.
La época más apropiada para la realización de este sendero transcurre de otoño a primavera y evitando las horas de más calor en el verano. El itinerario discurre por ramblas y barrancos por lo que ante la posibilidad de tormentas existe riesgo de avenidas. Consulte la previsión meteorológica y no abandone nunca el camino marcado.
Recuerde que visita un espacio de gran valor ambiental, su conservación es un deber y un derecho de todos. Respete la flora, fauna y geodiversidad. No deje residuos en la naturaleza.
Árboles y Arboledas Singulares en Guadix
- Pino Grande
- Pino del Llano
- Encina de la Era
- Castañar de la Rambla de Fiñana
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