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Parques Naturales de Andalucía

Parque Natural de la Sierra de Huétor

Parques Naturales de Andalucía

Parque Natural de la Sierra de Huétor – Granada

En el centro de la provincia de Granada, y al noreste de su capital se localiza el Parque Natural de la Sierra de Huétor, situado entre los 1.100 y los 1.900 m. de altitud. Formado por los municipios de Cogollos Vega, Beas de Granada, Huétor Santillán, Víznar, Alfacar, Nívar y Diezma, ocupa una superficie de 12.128 Ha. con un conjunto de sierras donde alternan importantes elevaciones montañosas, estrechos barrancos, tajos, calares y arroyos, que forman un relieve muy complejo debido a la naturaleza caliza del terreno. Esto junto con la abundante vegetación configura un espacio de bellos paisajes.

Las diferentes altitudes y las variaciones de humedad y temperatura determinan la existencia de diversos biotopos, donde viven numerosas especies vegetales y animales. Ello junto con su cercanía a la ciudad de Granada hacen de este Parque Natural de la Sierra de Huétor un enclave tradicional de esparcimiento de la población.

La mayor parte del terreno está cubierto por un bosque, aunque existen amplios espacios donde la formación más característica es el matorral, unas veces de tipo almohadillado y rastrero debido a la altitud, y otras formando tomillares o aulagares a causa de la degradación que ha sufrido el suelo.

El bosque está formado en su mayor parte por pinares, algunos naturales, pero la mayoría de repoblación. Quedan sin embargo grandes manchas de encinares así como, en menor cuantía, algunos quejigales y bosquetes de roble y arce.

Tal diversidad de hábitats acoge una variada fauna entre la que destacan : la cabra montés y el jabalí, como grandes mamíferos, el zorro, la gineta, la comadreja, la garduña y el gato montés como carnívoros, así como conejos, topillos, tejones y lirón careto. Entre las rapaces destacan el águila real, el azor, el búho real, gavilán, águila calzada, mochuelos y cárabos. Otras aves a destacar son : mirlo, petirrojo, mosquiteros, perdices, arrendajos, etc.

Entre los reptiles del Parque Natural de la Sierra de Huétor se encuentran varias especies de lagartijas, la culebra de escalera y la bastarda, así como la víbora hocicuda.

La naturaleza caliza de estas sierras hace que surjan numerosas formaciones kársticas, como las numerosas cuevas entra la que destaca la «Cueva del Agua», de fama nacional. También existen abundantes nacimientos de agua como la famosa «Fuente Grande» de Alfacar que por la acequia de «Aynadamar» llevaba el agua al Albaicín en tiempos de los árabes. En el Parque Natural de la Sierra de Huétor nacen además los ríos Darro y Fardes.

El uso abusivo por parte del hombre de los recursos naturales del espacio supuso la degradación de la vegetación natural debido sobre todo a cortas incontroladas, carboneo, pastoreo excesivo con incendios para la regeneración del pasto, etc. Para la recuperación de los bosques se efectuaron repoblaciones con coníferas, especies poco exigentes en cuanto a suelo y bien adaptadas para resistir la fuerte insolación. Por esto nos encontramos en la actualidad con importantes masas de pinares de las especies negral, laricio, silvestre y carrasco.

Los principales recursos de esta zona ligados al Parque Natural de la Sierra de Huétor son la madera, la caza, la recogida de setas, la apicultura y el aprovechamiento ganadero. Pero el principal recurso es el uso recreativo del monte, siendo visitado el Parque por numeroso público sobre todo los fines de semana.

Las diferentes culturas que han poblado el espacio han dejado huellas de su paso. En la localidad de Cogollos Vega se encuentran unos baños árabes en buen estado de conservación, dando prueba del alcance de la civilización musulmana en el Reino de Granada. El palacio de «El Cuzco» en Víznar ha sido declarado Monumento Histórico-Artístico. Desde numerosos puntos del Parque Natural de la Sierra de Huétor se pueden observar magníficas panorámicas de Sierra Nevada.

Formaciones Vegetales – Sierra de Huétor

La distinta naturaleza del sustrato de la Sierra de Huétor (calizas, dolomías, filitas…) junto con la climatología imperante en ella (distribución irregular de las lluvias y temperaturas relativamente extremas) hace que nos presente un mosaico de formaciones vegetales:

Zonas umbrías, como la Umbría del Polvorite o el Cerro del Corzo: especies propias de un clima más húmedo, con encinas y quejigos. También aparecen especies de pino autóctonas y de repoblaciones como el pino resinero (Pinus pinaster) y algunos pies de pino silvestre (Pinus sylvestris).

Zonas de solana, como la Solana de las Minas: presenta un menor desarrollo de la vegetación, apareciendo algunos pies de encinas y algunos pinos, pero de menor desarrollo.

Roquedos calizos y calizo-dolomítico como el Peñón del Púlpito: algunas encinas y principalmente el tomillar dolomítico buscan cualquier fisura en la roca para asentarse. Cabe destacar el Peñón de la Mata, al fondo, donde se observa la ausencia de vegetación de porte arbóreo.

¿Se puede vivir sobre rocas?

El Cerro del Púlpito es una de las elevaciones montañosas de naturaleza caliza que presenta el Parque Natural Sierra de Huétor. Es un terreno fragmentado, en el que el agua se infiltra con facilidad y sobre el que no se puede desarrollar un suelo que permita el crecimiento de masas forestales, permitiendo únicamente la formación de la llamada vegetación rupícola (sobre roca).

Las plantas de ambientes rupícolas crecen de modo discontinuo en fisuras, rugosidades, concavidades y grietas, en las que introducen sus raíces en busca de sujeción y algo de humedad.

En este cerro la encina sólo puede desarrollarse en forma de arbusto debido a las condiciones extremas. Se encuentra acompañada, entre otras especies, por las típicas de un tomillar sobre dolomías, de gran interés botánico, ya que son endémicas y capaces de vivir sobre estas rocas, ricas en magnesio, el cual resulta tóxico para muchas plantas. Suelen ser de pequeño porte, aspecto blanquecino o grisáceo y sus raíces están muy desarrolladas con respecto a su tamaño total.

Cueva del Agua – La Vida en las Cavernas

La naturaleza caliza de estas sierras hace que en su interior, el agua, por disolución y erosión, forme numerosas grutas y cuevas como la que hay entre nosotros. Esta gruta ha tenido diversos usos a lo largo de su historia; sirvió, por ejemplo, como lugar para encerrar el ganado y durante la Guerra Civil dio cobijo a los soldados.

La acción del hombre ha ido deteriorando el interior. Antiguamente colgaban del teche pequeñas estalactitas que necesitaron miles de años para formarse y a la izquierda de la entrada se ve el corte de una columna de piedra caliza, que fue arrancada y trasladada.

Para evitar su mal uso y protegerla ha sido cerrada al público.

Las condiciones ambientales de la cueva hacen que se desarrolle una fauna muy característica, denominada fauna de cavernas; está adaptada a la escasez de alimento, a una temperatura constante durante todo el año, a una alta humedad y a la total oscuridad. Por ello, suelen ser especies de pequeño tamaño, de color blanco o transparente, resistentes al ayuno, que consumen poco oxígeno y llevan una vida más pausada. Al ser ciegas, tienen el resto de sentidos muy desarrollados para poder vivir.

Acequia del Fardes – Herencia Musulmana

De entre todos los manantiales que existen en el Parque Natural Sierra de Huétor, el que surge de Fuente Grande, en el término municipal de Huétor Santillán, nutre con sus aguas la presente acequia.

De época árabe, se la conoce como la Acequia del Fardes; era la encargada de llevar agua a la campiña de Cogollos Vega y sus alrededores, permitiendo cultivar plantas, arbustos y árboles con más necesidad de agua que la aportada directamente por las lluvias.

A lo largo del recorrido, podrá observar numerosos puentes de piedra que atraviesan la acequia, seguramente utilizados por pastores para pasar con el ganado o con los carros y burros tras cortar la leña de las encinas que hay sobre esta ladera. También se usaban para evitar que los arroyos que cruzaban la acequia la aterrasen.

Cuando la presencia de agua se hace constante en la acequia y en el Barranco de Majalijar, aparecen restos de vegetación de ribera, como la zarza, el junco, el sauce… ofreciéndose un paisaje vegetal totalmente distinto al del resto de la Sierra.

La Fuente de la Teja:
manantial de agua, riqueza y vida

La permeabilidad de los materiales calizos y otros acuíferos hace que el agua de lluvia penetre en la roca, circule de forma subterránea y vuelva a la superficie cuando encuentra un nivel impermeable, lo que da lugar a manantiales. La Fuente de la Teja es el más alto de la cuenca del río Darro.

En época romana este río fue bautizado como dauro (que da oro), estando relacionado hasta bien entrado el siglo XX con la obtención de este precioso metal. Sus aguas son captadas para el abastecimiento urbano y agrícola de Granada y Huétor Santillán, y es el principal aporte de agua a los jardines de la Alhambra.

La presencia del río hace que aparezcan especies muy ligadas a su curso, que se localizan a mayor o menor distancia del mismo en función de sus necesidades de humedad. En los márgenes próximos se localizan los sauces , en la zona de inundaciones periódicas aparecen las alamedas o choperas (Populus nigra) y en el margen más alejado del cauce pueden aparecer olmos (Ulmus minor). Todos ellos acompañados de herbazales, juncos, zarzas,… conforman la llamada vegetación de ribera.

Fuente Grande o de Ainadamar

El acceso al agua ha sido un factor clave y determinante para el establecimiento y desarrollo de los asentamientos humanos. El flujo cristalino que emana incesantemente de la Fuente Grande determinó, en buena medida la presencia del hombre en la zona desde el Neolítico.

Este manantial también es conocido como de Aynadamar. Este nombre proviene de los términos árabes «ayn» que significa ojo y, por extensión, fuente y «damar» cuyo significado es lágrima. Se podría traducir metafóricamente como la Fuente de las Lágrimas. ¿Sabía que estas mismas lágrimas forman parte del secreto de elaboración de uno de los panes más exquisitos del territorio andaluz? No debe marcharse sin degustar el pan de Alfacar.

Desde aquí partía la acequia que a modo de arteria, llegaba hasta los ciudadanos del famoso barrio granadino del Albaycín. A su paso surgieron diversas poblaciones que aprovechaban sus frescas aguas, este es el caso de la vecina Víznar. Desgraciadamente, hoy día sólo queda una parte del recorrido de la acequia Aydanamar, concretamente hasta El Fargue.

Esta fuente forma parte de nuestro legado histórico y cultural. Disfrute del entorno, pero sobre todo sea respetuoso durante su visita.

Trincheras Cerro del Maúllo

El Patrimonio Cultura del Parque Natural de la Sierra de Huétor es de gran importancia debido a las huellas que han dejado diversas culturas a través de los años. Ejemplo de ellos son las numerosas trincheras construidas durante la Guerra Civil Española, de elevado interés histórico y paisajístico.

En las sierras que componen el actual Parque Natural de la Sierra de Huétor se estableció el frente noreste de la provincia de Granada, enclave importante durante toda la guerra. Este frente partía del Puerto de Motril, pasando por el oeste de Sierra Nevada y por la actual Sierra de Huétor, continuando por el Peñón de la Mata, Tózar, Limones y hasta Porcuna en Jaén. Desde ahí enlazaba con el Valle de los Pedroches en Córdoba y con Extremadura. Su orografía sirvió para construir atalayas y vías de comunicación en una zona privilegiada desde donde se dominaba toda la vega.

Aunque fueron más numerosas las trincheras del bando nacionalista, situadas en su mayor parte en Víznar, son las del bando republicano las mejores conservadas, situadas en la localidad de Huétor Santillán.

Algunas de las trincheras que se encuentran en este Parque Natural de la Sierra de Huétor son: Tajos del Águila y Cerro del Maúllo en Víznar, Sierra de la Yedra entre Alfacar y Nívar, Llano del Fraile en la Alfaguara, Buenavista en el Puerto de la Mora y Las Veguillas y Cerro de las Víboras en Huétor Santillán.

Pinsapar del Barranco de la Umbría

El pinsapo es una reliquia vegetal de otros tiempos, en los que reinaba un ambiente glacial en toda la Península Ibérica. Científicamente es un abeto, y está emparentado con cedros, pinos y cipreses.

Aunque en la Sierra de Huétor estos ejemplares son fruto de las repoblaciones, han alcanzado un alto grado de naturalización, llegando a superar los 15 m de altura.

Sus copas densas, oscuras y cónicas, necesitan mucha humedad para sobrevivir, por eso sólo podremos verlo en laderas de umbría.

Este grupo de pinsapos está catalogado como «Arboleda Singular» ya que en la actualidad es una especie rara que habita exclusivamente en Sierra Bermeja, Sierra de las Nieves, Sierra de Grazalema, y el Norte de Marruecos.

Senderos del Parque Natural de la Sierra de Huétor

Sendero Puerto Lobo
Sendero Las Mimbres
Sendero Cruz de Víznar
Sendero Cerro del Maúllo
Itinerario de las Trincheras
Sendero Cañada del Sereno
Sendero Barranco de Víznar
Sendero Fuente de los Potros
Sendero Puerto Lobo – El Sotillo

Sendero Cueva del Agua

Longitud: 6,5 km
Duración: 3 horas
Grado de dificultad: Baja

Junto a las maravillosas vistas de Sierra Nevada y la Vega de Granada, este itinerario tiene un atractivo especial: la Cueva del Agua, una espectacular cavidad de fácil acceso y enormes dimensiones excavada en la roca caliza por el agua a lo largo de miles de años.

Gota a gota, la lluvia ha ido disolviendo y ahondando en la roca, generando progresivamente surcos, canalillos, grietas y cavidades. Si se detiene a escuchar en el silencio del interior de la cueva… ¡se oyen gotas! Cada una, después de haber atacado el carbonato que forma la roca, lleva disuelta una pequeña cantidad de esta sustancia, que se deposita cuando el agua se evapora. Cuando las gotas caen siempre desde el mismo punto el carbonato se acumula y se forman las conocidas estalactitas y estalagmitas.

En la Cueva del Agua sólo quedan vestigios de las increíbles formaciones que albergó… hasta que alguien la expolió en algún momento del siglo pasado. Dado su grado de deterioro y la presencia en ella de una colonia de murciélagos, la cueva solo se visita con expresa autorización. Colaboremos en la conservación de lo que aún nos queda, evitando dejar restos de basura y guardando silencio.

Miradores del Parque Natural de la Sierra de Huétor

Mirador Las Minas
Mirador de las Veguillas
Mirador de la Cueva del Agua
Mirador Barranco de los Mármoles

Mirador Los Calares
El paisaje kárstico del entorno de la Cruz de Alfacar

El relieve del Parque Natural de la Sierra de Huétor se modela en su mayor parte sobre rocas carbonatadas, calizas y dolomías principalmente, de naturaleza permeable debido a su alto grado de karstificación y fisuración. Cuando el agua de lluvia cae en estas sierras percola rápidamente hacia zonas subterráneas profundas a través de fracturas y oquedades, en donde se acumula hasta alcanzar un rebosadero natural: los manantiales. Las sierras del parque actúan de este modo como un enorme y natural embalse subterráneo que alumbra importantísimas fuentes y manantiales como la de Fuente Grande de Alfacar.

El entorno donde nos encontramos conocido como «Los Calares» es un ejemplo de lapiaz, una forma de erosión consistente en una densa red superficial de acanaladuras, separadas por estrías o crestas, en algunos casos cortantes, que se forman al circular el agua de lluvia por las superficies de las rocas calcáreas, efectuando sobre estas una acción disolvente.

Dolinas y uvalas son otras de las formaciones características del modelado kárstico, pudiendo encontrarlas en la zona norte del parque.


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