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Pueblos de Almeria

Sorbas

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Sorbas – Paraje Natural Karst en Yesos de Sorbas

Sorbas está situado al este de la provincia e incluido en el Paraje Natural Karst en Yesos de Sorbas, y emplazado sobre un meandro encajado del río Aguas, al que se asoman sus casas colgantes. Este río es protagonista del Complejo Kárstico del río Aguas: enclave de gran belleza surcado por el río y algunas ramblas que desembocan en él. El río atraviesa una extensa capa de yesos, encajándose en profundos cañones.

El agua de la lluvia ha producido otros efectos (dolinas, simas, microplanicies) en cuevas como la del Agua y Covadura.

El municipio limita con sus vecinos de Lubrín, Bédar, Turre, Carboneras, Lucainena de las Torres, Uleila del Campo, Benizalón y Cóbdar.

El término de «Sorbas» procede del árabe y según estudiosos de la toponimia geográfica e incluso a través de un texto del siglo XI, se puede afirmar que significa «olla de arena», posiblemente relacionado con las neolíticas vasijas de arcilla refractaria que ya en esta época se construían en la zona y cuya tradición todavía se conserva. El barrio de Las Alfarerías es un claro ejemplo de la histórica artesanía sorbeña, y todavía se pueden contemplar restos de emblemáticos hornos árabes.

Por su situación, y como punto estratégico entre el Campo de Tabernas y el Valle de Vera y Almanzora, así como por ser la confluencia de paso entre las estribaciones de la Sierra de Filabres al Norte, la Sierra Alhamilla al Suroeste, y la Sierra de Cabrera al Sureste, hacen que en la antigüedad todo tipo de culturas hayan elegido estas tierras como zona de paso, tanto para sus migraciones, como para sus intercambios materiales y culturales. Han sido descubiertos varios asentamientos en el municipio datados posiblemente en el año 2000 A. de C. entre ellas una sepultura con esqueleto y varios objetos a la que los lugareños llaman batimoras por “creer que son obra de los moros”.

El primer asentamiento importante que se conoce fue el pueblo ibérico, que establecía relaciones comerciales con los fenicios moradores también de la zona. Cuenta la leyenda que uno de los cuadrantes del actual escudo de Sorbas, formado por cinco rayas rojas, procede de la señal que con su mano ensangrentada, el jefe ibero herido de muerte por el jefe fenicio dejó en el escudo de éste, manifestando a los suyos: «éste será vuestra enseña». Posteriormente los romanos añadieron al escudo una corona con cinco torres. Al ser reconquistada la plaza por la Reina Católica, se completaron finalmente los otros tres cuadrantes restantes: el castillo, el león y el águila bicéfala, amén de la granada.

Mención especial supone la árabe, debido en gran parte, al tiempo que permaneció en el municipio (aproximadamente desde el año 734, hasta el año 1488) y, cuyo legado cultural, ha quedado patente, tanto en el trazado de algunas de sus calles, como en la forma de producción agrícola (sistemas de regadíos, bancales, acequias…) y en la artesanal, como se puede observar en la fabricación de cerámica.

En el año 1089, Sorbas (Surba) es citada por Abd Aallah como castillo de sisputa entre Al-Mutamid y Al-Mutarin de Almería.

A mediados de junio de 1488, Sorbas se entrega a los Reyes Católicos, como harían por esas mismas fechas otros pueblos colindantes de la provincia. No se trata de una conquista bélica o de una victoria incondicional con cerco, pese a su apariencia, sino de una negociación pactada, o sea, de una capitulación. Los moriscos son sacados de su tierra y dispersados, unos van a Castilla, otros salen hacia el norte de África. Algunos quedaron huidos en la sierra, infundiendo gran temor por los asaltos y robos que protagonizaban (caso del Joraique, moro expulsado, cuyo nombre ha perdurado en el tiempo) y que intentaron paliar por medio de recompensas por sus capturas. Como consecuencia de ello, se estableció en Sorbas un importante mercado de esclavos.

Todas estas tierras que habían sido destruidas, y saqueadas tras la rebelión de los moriscos y la guerra posterior quieren repoblarse y aunque en el 1572 no se había comenzado aún, en Junio de 1573 actúa como juez de apeo y población Antón de Pareja que trae como escribano a Luis Ramírez, de aquella época podemos leer. “… en Sorbas al norte de Almería, un tercio de las trescientas casas son habitables, los once molinos están destruidos, estan caydos e sin adereços, que solamente el del camino del Coca Alto muele para la provincia del lugar … y las dos almazaras estan inutilizables…”.

Según el libro de «apeos» de Sorbas, la repoblación se llevó a cabo con 50 vecinos que expresamente no pertenecieron al reino de Granada. Los lugares de procedencia fueron muy variados: Jaén, Linares, Toledo, Cazorla, etc., y a todos se les proporcionó vivienda y tierras a cambio del pago de los correspondientes aranceles que por disposición real estaban fijados.

Sin embargo la repoblación no fue tarea fácil, así en julio de 1576 Tello encuentra que los pobladores han quedado reducidos a 35 y tiene 105 familias. El 22 de noviembre de 1577 el Juez Antón de Pareja y su escribano Luis Ramírez completan la población que había quedado reducida a once pobladores. Los pobladores solamente residen uno o dos años y se van por el peligro que hay de moros, que se han llevado cautivos algunos cuando trabajaban su hacienda.

Casi dos siglos después, El Censo de Ensenada de 1752 nos revela que Sorbas era del señorío del duque de Alba y pertenecía al partido de Almería. El eje EO de su término medía tres leguas, el NS cinco y el perímetro trece. Lindaba con los términos de Tahal, Vera y Níjar. Tenía 444 vecinos, que eran 1825 habitantes.

Durante el siglo XX, el término municipal de Sorbas ha sido un lugar de emisión de población, perdiendo a sus habitantes de una forma paulatina, pudiendo señalar especialmente dos décadas, la comprendida entre 1920 y 1930 en que el municipio pierde 1751 debido a la guerra de Marruecos y la emigración a América y Argelia, y la comprendida entre 1960 y 1970 marcada fundamentalmente por la emigración a Europa y en la cual se da una pérdida de 1134 almas. Así podemos constatar a través de los censos, como en 1900 el municipio tenía 7433 y en 1996 sólo había 2870.

Marqués del Carpio

Los Reyes Católicos dan las villas de Sorbas e Lebrilla (Lubrín) al condestable D. Pedro Fernández de Velasco. En el 1513 don Diego López de Haro, señor de Busto (Asturias) y de la Revilla (Santander), cambió estos lugares al condestable por Sorbas y Lubrín.

Este D. Diego casó con doña Beatriz de Sotomayor, señora del Carpio. Su hijo tomó el nombre de Luis Méndez de Haro y su nieto, el de Diego López de Haro, nombres y apellidos que se fueron alternando en la familia.

Es para éste último, (Don Diego López de Haro y Sotomayor, Portocarrero y Cárdenas, señor de Lubrín y Sorbas) para quien, el 20 de enero de 1559, Felipe II crea el título de Marqués del Carpio. Dicho marqués, recordando quizá que el obispo de Cartagena, en el 1309, conquistó el castillo de Lubrín, al que cambió el nombre por el de “castillo de San Pedro”, se tituló así mismo “señor de las villas de Sorbas y de Lubrín de San Pedro”. A este título se le concedió grandeza de España en el 1640.

El séptimo marqués del Carpio, don Carpio de Guzmán y Pimentel, conde-duque de Olivares, es valido de Felipe IV. Su hija Catalina hereda sus títulos y señoríos, pasando a ser Catalina Méndez de Haro Guzmán, VIII marquesa del Carpio, duquesa de Montoro, condesa-duquesa de Olivares. En el 1668, se casa con Francisco Álvarez de Toledo, X Duque de Alba, quedando vinculado desde entonces el señorío de Sorbas-Lubrín a esta familia.

Monumentos en Sorbas / Qué visitar

Teatro Villaespesa
Museo de la Lana
Ermita de San Roque
Casa del Duque de Alba
Plaza de la Constitución
Sagrado Corazón de Jesús
Casa del Marqués del Carpio
Ermita de Ntra. Sra. de Fátima
Centro de Visitantes Los Yesares
Fuente de los Caños y Lavadero Público

El Karst en Yeso

Oculto bajo un (en apariencia) yermo y árido paisaje, se esconde una de las bellezas naturales más impresionantes de Andalucía: el Karst en Yesos de Sorbas; protegido desde 1989 como Paraje Natural. Ocupa una extensión total de 2.375 hectáreas, pertenecientes íntegramente al municipio de Sorbas.

El Karst actúa como una enorme esponja por la que el agua de lluvia se infiltra hasta los niveles más profundos para descargarse, posteriormente, a través de los manantiales (la principal surgencia es el manantial de Los Molinos del Río Aguas), que generan un verdadero oasis, un ecosistema húmedo donde fauna acuática como el galápago leproso o la tortuga mora (en peligro de extinción) conviven rodeados de las extremas condiciones de aridez de la estepa. Entre la fauna también destacan el búho real, el águila perdicera, el halcón peregrino y el cernícalo, y mamíferos predadores cada vez más amenazados como el zorro, la gineta, el tejón y la comadreja. La flora presenta adaptaciones a los suelos ricos en yesos, por ello encontramos diversos endemismos como la jarilla, el efímero narciso o el romerillo de Sorbas.

También podemos conocer su impresionante mundo subterráneo, labrado por la acción milenaria del agua de lluvia sobre una potente roca de yeso. Más de 1.000 cavidades, en su mayor parte interconectadas, y un espectacular universo de formaciones cristalinas (espeleotemas: estalactitas, estalagmitas, columnas, corales, etc.). Para visitar estas cuevas hay que ir acompañados por un guía experto. Todas estas características han hecho que este Karst esté considerado como el primero de Europa y el tercero del mundo en importancia.

El Centro de Visitantes “Los Yesares”, en Sorbas, está íntegramente dedicado al karst en Yesos.

Las Casas Colgantes

El Río Aguas es el responsable del al planicie donde se asienta el pueblo de Sorbas, la erosión que ha producido a lo largo de miles de años y el posterior abandono de su curso inicial, ha configurado este original asentamiento. La adaptación a esta particular orografía hace que una de sus más peculiares características sean sus casas colgadas o suspendidas sobre el barranco que lo circunda como una muralla natural, y que los lugareños conocen como “El Afa”.

Sorbas está encaramado en un pequeño montículo de apenas 40 metros de alto, lo que ha propiciado la existencia de numerosos miradores; quizás el más conocido sea el del Porche, aunque también están el de la Torreta, el del Puntal, el del Castillo… o el de Las Cruces, de reciente acondicionamiento, que permite además recorrer el pequeño sendero que discurre por el “cortao” de la cara sur del pueblo.

Desde un mirador a otro, podemos contemplar las diferentes huertas y sus cultivos, el crecimiento del pueblo al otro lado, o el “cortao” sobre “El Afa” por donde corría el agua al encuentro del río Aguas.

La Alfarería

Las Alfarerías o Cantarerías, como se conoce a este barrio, han acogido desde tiempos muy remotos a los alfareros de Sorbas. Los primeros datos los encontramos en el Libro de Apeos y Repoblación de Sorbas, después de la reconquista de estas tierras por los Reyes Católicos. Aunque su máximo esplendor puede situarse quizás en el siglo XIX cuando el barrio adquiere una gran importancia económica al instalarse también una almazara y una fábrica de lanas, ambas reconvertidas actualmente en un bar y un museo respectivamente.

A mediados del siglo XIX Pascual Madoz nos revela la existencia de 24 talleres en este lugar convirtiéndose en el principal centro alfarero de Almería, seguido por Almería capital, Cuevas del Almanzora, Vera, Níjar y Albox… aunque había muchas más en nuestra provincia. Las Alfarerías de Sorbas están situadas en la parte más baja del pueblo, junto a la rambla, ya que los artesanos necesitan agua para modelar el barro y fabricar las piezas. Sorbas es rica en tierras para el uso en la alfarería; se obtiene tierra roja (denominada “rubial”) para cacharros refractarios como las ollas, y tierra más blanca procedente de la “Cañá de Siscar” y de “El Zocá” para orzas, lebrillos, macetas, etc.

Podemos ver y comparar en el tiempo dos hornos de alfarero: el de leña, más conocido, y una joya del pasado “el horno árabe”. También destacan la balsa de decantación y la zona para secar las piezas. De las más de treinta familias alfareras, hoy sólo quedan dos. A ellos debemos agradecer tradiciones y costumbres que se siguen realizando en Sorbas como las ollas, que se celebra el miércoles de ceniza, y la ventura del ajuarico, (se dice que el número de trozos en que se rompe al tirarlo será el número de hijos que tendrá el matrimonio).

El Río de Aguas

El Río Aguas es el drenaje del complejo kárstico. Nace a menos de 1.000 m. de altitud; hasta el cañón de Los Molinos es un cauce seco con morfología de rambla y paredes verticales. Se denomina Río Aguas a partir de la unión de las ramblas de Uleila del Campo y de Moras. La mayor parte del año permanece seco, incluso durante varios años, a no ser que se produzca alguna riada. Desemboca en Mojácar.

Sin embargo y a pesar de su apariencia seca, riega numerosas huertas, e incluso ha sido capaz de hacer funcionar varios molinos harineros construidos al lado de su curso dentro del Karst en aldeas como El Tesoro, Los Perales, La Huelga, etc. Quizás la más conocida de todas, sea Los Molinos del Rio de Aguas, que se encuentra a unos seis kilómetros de Sorbas en el cañón de este río. SU nombre se debe a la cantidad de molinos, hasta once, que llegaron a funcionar al mismo tiempo en este lugar, según el Catastro de la Ensenada. Esta aldea es un oasis de vida dentro de la aridez de todo el Karst, donde conviven una flora y una fauna muy características, gracias a que el Río de Aguas, en esta zona, lleva agua permanentemente, lo que ha propiciado la existencia de varias pozas.

Desde Los Molinos del Rio Aguas hay un sendero señalizado hasta el nacimiento, donde se puede ver la vegetación hidrófila ligada al lecho del río (aneas, tarajes, adelfas, cañas…); la fauna autóctona (representada por una de las últimas poblaciones mundiales de tortuga mora) y la red de conducción del agua, a través de acequias y minas esculpidas en el yeso, que nos dan una idea del impresionante esfuerzo realizado. Ya en el desfiladero, en medio de un caos de grandes bloques de yeso nos encontramos con restos de molinos, hornos de yeso, corrales…

Iglesia de Santa María

En tiempos de los Reyes Católicos, los Marqueses del Carpio, los Duques de Alba… (S. XVI), se construyó el Templo Parroquial de Santa María, sobre los restos de una antigua mezquita árabe. Los estilos que se entremezclan en él son el Mudéjar (nave central) del siglo XVI; Barroco (torre) del siglo XVIII y el Neoclásico (fachada) del siglo XIX.

Del siglo XVI, conserva la armadura mudéjar de su nave principal. La erección canónica del templo data del año 1505, siendo señor de sorbas y de Lubrín D. Diego López de Haro, que varios años más tarde quedaría vinculado con el Marquesado del Carpio.

En 1765, el Duque de Alba y el pueblo de Sorbas, deciden ampliarlo, de lo cual se encarga D. Francisco Ruiz Garrido, arquitecto y natural de Vera (barroco). Supervisa las obras el arquitecto Juan José Fernández Bravo, natural de Granada (1765-1768). En el año 1770 se procede a las restantes obras por el Obispo Claudio Sanz y Torres. Exteriormente se aprecia esta ampliación, con una torre octogonal, con tejado piramidal y una veleta. En las esquinas de la torre se encuentran las imágenes de San Roque, San José, San Pedro y San Pablo.

En el año 1936, se queman muchas de las antiguas imágenes (incluso, se dice, que la imagen de un Nazareno de Salzillo) y el retablo del Altar Mayor que era del siglo XVIII.

En principio se erigió bajo la advocación de La Encarnación; actualmente se llama de Santa María. En el Altar Mayor se sitúan en lo más alto una imagen de la Purísima Concepción y un poco más abajo y a ambos lados, las imágenes de San Roque y San José que son respectivamente la patrona, el patrón y el copatrón.

La Pintura Rupestre de La Mela

La pintura rupestre se encuentra cerca de La Mela, en la rambla de Moras; las paredes caen cortadas a pico, haciendo un barranco en el que encontramos un abrigo con pinturas que debió ser un lugar de culto o santuario.

Las pinturas, están catalogadas como de “origen levantino”. Este arte se desarrolló en la parte oriental de la Península Ibérica, desde Lleida hasta Almería, aunque posteriormente, se han encontrado pinturas de este estilo en Huesca, en Teruel y en Cuenca. El “Arte Levantino” se desarrolla en abrigos rocosos (entendiendo por abrigo una covacha de poca profundidad) o en cavidades al aire libre. En las pinturas, suelen emplear colores como el rojo, blanco y negro, conseguido al tratar algunos minerales.

Se incorporan igualmente figuras humanas y de animales. El hombre aparece desnudo, empuñando arcos y flechas para la caza, y los animales más representados son cabras, ovejas, caballos… En el abrigo de La Mela, el caballo está representado en dos ocasiones, lo que hace darle nombre, entre los meleros, a esta cueva como la del caballo, pintado lateralmente.

Ayuntamiento de Sorbas

El ayuntamiento se encuentra en la Plaza de la Constitución de Sorbas. Éste contaba solamente con un edificio antiguo del año 1893, que lindaba con una Casa Señorial antigua, propiedad de D. Jesús Galera, cuyos herederos la vendieron al Ayuntamiento de Sorbas, a finales de los 90.

El actual Alcalde, D. José Fernández Amador, encargo el proyecto de ampliación del nuevo ayuntamiento al arquitecto D. Antonio Pérez Carreño y al aparejador D. Juan Pérez Carreño; proyecto que unía el antiguo edificio con la Casa Señorial contigua adquirida.

Las obras de rehabilitación y ampliación del actual ayuntamiento, inaugurado el día 28 de febrero del año 2009, fueron subvencionadas por Edward o D´wyer, Francisco Torralba, Knauf, Placo Saint Gobain y la Junta de Andalucía.

Miradores de Sorbas

Mirador Urrá
Mirador del Porche
Mirador del Castillo
Mirador de la Huerta
Mirador de la Torreta
Mirador de las Cruces
Mirador de las Casas Colgantes

Yacimientos Arqueológicos en Sorbas

Cueva del Tesoro.
Restos cerámicos, hachas y restos de animales.

La Mela.
Pinturas rupestres del estilo levantino.

Cariatiz.
Poblado argárico con abundantes restos cerámicos.

Restos de un castillo.

Urbanismo

Casas colgantes.
Cuenca la chica.

Barrio de la Alfarería.
Aún quedan algunos hornos de tiempos de los árabes que siguen en funcionamiento.

Cortijadas.
Huelí, Las Viñacas, Los Perales, La Herrería, La Huelga.

Molinos.
Molinos de agua en el río Aguas.

Gastronomía de Sorbas

La gastronomía de Sorbas es fruto de los alimentos cultivados en la zona. Verduras, hortalizas y frutas de las abundantes huertas, aceite de oliva, así como de las aves de corral, cerdo, oveja, cabra, conejo, harina, etc. servirán para elaborar y degustar migas con tropezones, gachas, cocido de trigo, ajo coloreo, aljipán, ajoblanco, gurullos con conejo, caldo pimentón, potaje de verduras… etc.
A esto se le une la repostería en horno, los roscos, las tortas de chicharrones, los buñuelos y papaviejos, piñonates y turrón.

Las matanzas, realizadas a la antigua usanza, están muy extendidas por todo el municipio y darán lugar a la elaboración de exquisitos embutidos como los chorizos, longanizas, morcillas, relleno, etc. También hay una rica variedad de postres y repostería como los papaviejos, tortas de aceite, tortas de chicharrones, turrón, buñuelos, etc. No hay que olvidar la gran variedad de sabrosas tapas que sirven en los bares, ventas y restaurantes.

Cómo llegar a Sorbas

Salir de Almería. Tomar Carretera de Granada. Atravesar Huércal de Almería. Seguir todo recto. Tomar la carretera nacional N-340 en dirección: Huércal de Almería – Almería – E-15 – N-340 – Nijar – Murcia. En la rotonda, tomar la salida 1 Continuar en: A-92A en dirección: A-92 – Benahadux – Guadix. Travesía de Benahadux. En la rotonda, tomar la salida 3 Continuar en: A-92 en dirección: Guadix – Granada. Tomar la salida en dirección: Salida 376 – N-340a – Tabernas – Sorbas. En la rotonda, tomar la salida 2 Continuar en: N-340A en dirección: Sorbas – Tabernas. Pasar cerca de Tabernas y llegar a Sorbas.

Distancias desde Sorbas

Níjar 32 km
Tahal 39 km
Turre 28 km
Lubrín 19 km
Almería 56 km
Mojácar 33 km
Tabernas 26 km
Los Gallardos 23 km
Lucainena de las Torres 12 km

Fuentes y Manantiales

  • Manantial de la Herrería
  • Fuente de los Caños y Lavadero Público

Alojamientos Rurales

  • Hostal Sorbas
  • Hostal El Arrecife
  • Los Perales (6 personas)
  • Villa García (6 personas)
  • Cortijo Rural Urrá (18 personas)
  • Casa Rural de Río Aguas (5 personas)

Ayto. de Sorbas | Dipalme


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